Las alitas de pollo casi siempre triunfan porque tienen una carne muy suave y sabrosa, y porque se comen con facilidad. Su consumo se relaciona con momentos de ocio, ya que se suelen comer con las manos, de manera informal. Las alitas pueden hacerse fritas o asadas, pero por lo general se aderezan con salsas brillantes, cubriéndolas en forma de glaseado, lo que hace que sea un plato que guste tanto a mayores como a los más pequeños de la casa. En este artículo te damos cinco ideas para elaborarlas.
Las alitas de pollo se pueden freír tal cual, enharinadas o empanadas. También es posible asarlas en la barbacoa o en el horno y acompañadas con salsas. A continuación recopilamos cinco recetas superfáciles para probar diferentes sabores y que este plato nunca sea igual. Luego ya está en la mano del chef acompañar las alitas con diferentes guarniciones, como una ensalada, arroz blanco, patatas o aros de cebolla fritos, por ejemplo.
Alitas de pollo a la mostaza antigua (horno)
- Limpia las alitas de pollo y colócalas en una fuente.
- Mezcla bien 50 g de mostaza en grano a la antigua y cuatro cucharadas de aceite de oliva suave con una pizca de sal.
- Vierte la mezcla sobre las alas del pollo y úntalas bien. Mientras, precalienta el horno hasta 200 ºC.
- Escurre la marinada, dejando las alas cubiertas, pero sin excesos.
- Coloca las alitas en una sola capa en una bandeja de horno y ásalas durante 40-45 minutos a 180 ºC o hasta que estén doradas.
- Las alitas se sirven calientes, adornadas con perejil picado.
Alitas de pollo salsa teriyaki (sartén)
- Pon las alitas de pollo bien limpias y secas en una bandeja de horno.
- Embadúrnalas con una mezcla de zumo de lima, azúcar, sal y jengibre rallado. Deja que se marinen durante 2 horas en el frigorífico.
- Mientras, elabora la salsa teriyaki: pon en un cazo 100 ml de salsa de soja, 100 ml de sake, 100 ml de agua y 50 g de azúcar. Cocina todo a fuego medio durante unos cinco minutos, hasta conseguir una salsa untuosa, brillante, casi como un caramelo líquido.
- Escurre las alitas y fríelas en una sartén con aceite de oliva hasta la mitad de su altura para que se doren por ambos lados dándoles la vuelta.
- Cuando estén doradas, sácalas de la sartén y escúrrelas bien.
- Pon las alitas en otra sartén (o un wok) sin aceite y añade la salsa teriyaki, dando unas vueltas hasta que se impregnen de la salsa por toda la superficie.
- Sírvelas acompañadas con un arroz blanco cocido y una ensalada fresca.
Alitas de pollo asadas con salsa barbacoa (horno)
- Primero hay que preparar la salsa barbacoa.
- Para ello, vierte en un vaso de batidora 100 g de salsa de tomate frito casero. Agrega un trocito de guindilla, una cucharada de vinagre, dos cucharadas de aceite de girasol, una cucharada de miel, una pizca de sal ahumada y un poco de agua.
- Tritura todo con la batidora hasta que quede una salsa homogénea, fácil de mover y cremosa.
- Limpia las alitas de pollo, úntalas con esta salsa y colócalas en una fuente apta para el horno.
- Precalienta el horno a 200 ºC y asa allí las alitas durante unos 30 minutos, hasta que se dore la superficie y estén jugosas y tiernas por dentro.
- En el momento de servir, puedes acompañarlas con una ensalada y unas patatas fritas caseras.
Alitas de pollo a la cerveza (horno)
- Limpia las alitas de pollo.
- Pela y trocea tres dientes de ajo en cuadraditos diminutos.
- Mezcla las alitas de pollo con el ajo troceado, una pizca de pimienta, cuatro cucharadas de aceite de oliva y un vaso de cerveza. Déjalas que marinen dentro de la nevera durante una hora.
- Escurre la salsa de cerveza de las alitas de pollo con un colador.
- Pon las alitas en una cazuela con tapa dentro del horno a 200 ºC aproximadamente durante una hora.
- Cuando comiencen a dorase, se agrega poco a poco el marinado. Según se evapore, se incorpora más hasta que la salsa se caramelice y las alitas se cocinen.
- Añade un poco de perejil sobre las alitas en el último momento y deja que dé un hervor antes de servir.
Alitas de pollo con refresco de cola (horno)
- Pon todos los ingredientes de la salsa en un vaso de batidora: un vaso de refresco sabor cola (sin azúcar), un diente de ajo, tres cucharadas de kétchup de calidad, una cucharada de vinagre de sidra, dos cucharadas de aceite de oliva, sal y pimienta.
- Tritura todo con la batidora hasta que quede una salsa homogénea.
- Sumerge en esta salsa las alitas (limpias de pelos y plumas) y mételas en el frigorífico durante una hora para que se marinen ligeramente.
- Después, escúrrelas y colócalas en una fuente de horno. Añade un chorrito de aceite de oliva y un poco de sal.
- Asa las alitas en el horno precalentado a 200 ºC.
- Cuando comiencen a dorarse, agrega la mitad del marinado de manera que poco a poco se vayan glaseando y adquieran un bonito color dorado en la superficie.
- Una vez asadas, sírvelas recién sacadas del horno con su bonito glaseado y acompañadas de unas patatas fritas caseras.