Ingredientes destacados que no llegan ni al 3 %
En el frontal se destacan la palabra “cereales” y los términos “chía y almendras”, además, con imágenes, por lo que debe indicarse obligatoriamente la cantidad de cada uno en la lista de ingredientes.
Los cereales suponen el 1,7 % del total del alimento, distribuidos en un 0,6 % de centeno, un 0,6 % de avena y un 0,5 % de cebada. La proporción que supone la chía y las almendras es del 0,5 % para cada una. Todos los ingredientes destacados constituyen solo el 2,7 % del producto.
Un error en la cantidad de fibra
El mensaje “fuente de fibra” está regulado y puede hacerse siempre que el alimento aporte al menos 3 g de fibra por cada 100 g de producto o 1,5 g por cada 100 kcal. En este caso se cumple al aportar 3,2 g de fibra por cada 100 kcal, que procede principalmente de los dátiles y el jarabe de oligofructosa y, en menor proporción, de los cereales y las semillas.
La etiqueta contiene un error en la declaración de la cantidad de fibra, ya que indica que contiene 1,9 g/100 g y 2,8 g por envase de 115 g, lo cual no es posible, ya que si tomamos como valor correcto el relativo a la fibra por cada 100 g, en cada envase habrá 2,2 g de fibra, no 2,8 g como muestra la etiqueta.
💡 Se puede obtener la misma cantidad de fibra comiendo 30 g de dátiles (2,5 unidades), 16 g de almendras (unas 10-13 unidades) o 7 g de chía (1,5 cucharadas de postre).
Barriga sana… como cualquier yogur
La declaración “barriga sana” no tiene que ver con la presencia de probióticos, sino con su contenido en cloruros y calcio, como se puede leer en la letra pequeña. Esta declaración puede hacerse en cualquier alimento que contenga ciertas cantidades de estos micronutrientes, aunque no es necesario que estén a la vez.
En este producto, los cloruros y el calcio proceden fundamentalmente de la leche. La mayor parte de los yogures naturales contienen por cada envase una cantidad de calcio suficiente para hacer la misma declaración.
💡 Se puede obtener la misma cantidad de calcio con 3/4 de un vaso de leche (175 ml) y los mismos cloruros en dos aceitunas (5 g), tres bastones de apio (57 g) o un filete pequeño de pez espada (70 g).
0,8 % de materia grasa: una cifra que puede confundir
Esta mención se usa como reclamo, ya que no hay obligación legal de hacerla ni tampoco es una declaración nutricional. La única similar es 0 % grasa y solo puede hacerse si el alimento contiene un máximo de 0,5 % de grasa.
El tamaño de la tipografía del cero es muy superior a la del ocho, sin que pueda justificarse por una falta de espacio. Esto dificulta su lectura y puede llevar a confusión por interpretar que el producto tiene 0 % de materia grasa.
Conclusiones
- Los ingredientes destacados se encuentran en proporciones mínimas.
- La declaración de propiedad saludable “barriga sana” es correcta, pero puede hacerse en innumerables alimentos y no se debe a la presencia de bifidobacterias.
- Su precio es un 54 % superior al Activia Natural desnatado, que contiene igualmente probióticos y una cantidad de calcio (144 mg) y de cloruros (120 mg) por cada envase de 120 g suficiente como para hacer la misma declaración de propiedades saludables.