Cuando tenemos una visita informal en casa o preparamos una comida, es habitual preguntar a nuestros invitados si quieren algo para tomar y ofrecerles un aperitivo. ¿Es posible agasajar a nuestras visitas sin recurrir a las típicas aceitunas, las patatas de bolsa o los frutos secos fritos? ¿Cómo sorprender a nuestros amigos con un aperitivo más elaborado y original sin gastar mucho dinero ni tiempo en la cocina? A continuación se ofrecen ideas para servir unos aperitivos con estas características, a los que se pueden añadir exquisitos y vistosos crudités de verduras.
Cinco aperitivos sencillos, baratos y exquisitos
Las patatas fritas, los snacks de bolsa o las aceitunas pueden estar bien para abrir boca y salvarnos de un apuro, pero si queremos sorprender como anfitriones y quedar ante nuestros amigos como buenos cocinillas, tendremos que apostar por algo más original y elaborado. Para ello, es importante tener cierto fondo de armario o de nevera: un poco de leche, algo de nata o de leche, unas verduras frescas, unas tostas de pan, un puré de verduras del día anterior… Con un poco de imaginación, las posibilidades son muy amplias.
- 1. Tostas de pan. Se han puesto de moda en los últimos años y, además, dan mucho juego. Se pueden presentar con frutas desecadas por encima (uvas pasas o trocitos de higos) y, sobre ellas, un poco de queso cremoso. Si no tenemos este tipo de queso, podemos utilizar uno más fuerte (como el roquefort). Lo trituramos en la batidora con un poco de nata hasta conseguir una crema. Untamos las tostas con esta crema y las acompañamos con unos trocitos de anchoas y un trocito de naranja.
- 2. Crema de queso. La crema de queso no solo es útil para untar tostas. También puede servirse en el centro de una bandeja con unas crudités de verduras (bastoncillos de zanahoria, tiras de endivias, rodajas de rabanitos, tomates cherry partidos a la mitad y ensartados en brochetas…). El modo más atractivo de presentar este aperitivo es colocar las hortalizas en pequeños platitos y en el centro, para untar, la crema o una salsa tártara, una vinagreta guarnecida.
- 3. Mini ensaladas. Fáciles de hacer, sanas y muy vistosas, las mini ensaladas son otra opción estupenda para agasajar a los invitados. Se presentan en pequeños boles individuales. Solo es necesario contar con una base de verduras (tomates, lechugas variadas, trocitos de pimiento), aliñarlas con una vinagreta y añadir unos trocitos de fruta fresca y alguna conserva (como bonito o salmón ahumado) o unas lonchas crujientes de bacón troceado o de jamón serrano.
- 4. Cucharillas de cóctel. Las cucharillas de cóctel son utensilios, pero nos facilitan mucho el servicio de aperitivos y, al mismo tiempo, consiguen realzar el contenido hasta conseguir una presentación espectacular (sobre todo, si son de acero inoxidable y con el mango curvado). Por su forma, son muy fáciles de rellenar. Una idea: colocar sobre cada cuchara un poco de mayonesa aligerada con el jugo de unos mejillones de lata natural, añadir un mejillón encima, aliñar con unas gotas de aceite de oliva y, justo sobre el mejillón, agregar una pizca de ralladura de limón. Así obtendremos un aperitivo con sabor a mar, un bocado único y económico.
- 5. Aperitivo caliente. Si disponemos de algo más de tiempo, podemos lucirnos con un aperitivo caliente. Para ello, podemos utilizar alguna crema de verduras del día anterior o un potaje de legumbres (triturado con la batidora y pasado por un colador chino). Estas cremas se pueden refinar con un poco de nata líquida, de mantequilla o de aceite de oliva, de tal manera que puedan servirse en vasitos de chupito con unos trocitos de picatostes, unos trocitos de bacón salteados o solo con una cucharada de yogur natural con aceite de oliva por encima para dar un contraste de dos texturas cremosas.