La revolución de las aplicaciones móviles o apps es un fenómeno creciente. Algunas, como el WhatsApp, han logrado un triunfo indiscutido al instalarse en la vida cotidiana, además de en el teléfono. En el campo de la nutrición y el deporte hay aplicaciones exitosas, si bien ninguna ha conseguido todavía cosechar tantos aplausos y descargas. La mayoría está en inglés y en el caso de la nutrición, más que en el deporte o la gastronomía, evidencian que falta recorrido. En este artículo se plantean los requisitos que deberían cumplir las apps de nutrición y vida sana y se analiza qué se puede esperar, por el momento, de ellas.
Poner en práctica las aplicaciones saludables, el primer paso
Comprar una bicicleta estática no significa ponerse a hacer una hora de ejercicio diario. Es más, el «cementerio de las bicis estáticas» podría llamarse también el cementerio de los buenos propósitos. Esta imagen sirve para ilustrar qué puede suceder con las apps que se descargan para utilizarlas como herramienta de ayuda y estímulo para mejorar la dieta y pautar el ejercicio. En definitiva, para lograr llevar una vida más sana. Como sucede con una bici estática, después de la voluntad llega la puesta en práctica, y aquí es donde se falla muchas veces, aunque el hecho de activar la necesidad es el primer paso hacia un posible éxito.
El interés por adquirir y practicar buenos hábitos se refuerza con una aplicación diseñada y programada para ello. Pero, como desveló el análisis de 16 apps móviles gratuitas relacionadas con el control de peso y los hábitos alimentarios realizado por EROSKI CONSUMER, por el momento son útiles para hacer un diario de la dieta, no para establecer pautas dietéticas.
Las aplicaciones son útiles para hacer un diario de la dieta, no para establecer pautas dietéticas
La atención personal sigue siendo insustituible, si la necesidad de una persona va más allá de querer mejorar o afianzar la vida saludable y persigue una meta aún más ambiciosa, como curar una enfermedad o una patología. Dicho de otra forma: de igual manera que una dieta de adelgazamiento, o diabética, o renal debe ser individual e individualizada, una aplicación no cura y no sustituye a un facultativo. Mucho menos lo hace si, como ya está ocurriendo en algunas ocasiones, refuerza falsos mitos o sus pautas se basan en los caminos cortos de las dietas milagrosas y las tablas de ejercicios sin esfuerzo.
Sin embargo, las apps abren varias posibilidades y ofrecen muchos beneficios, aunque no todo sean ventajas. Si se tiene esto claro, se puede avanzar en su uso e imaginar sus alcances. Un estudio Delphi realizado por el Comité Informático del Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics adelantó que las aplicaciones son una inmejorable herramienta para el almacenamiento de datos particulares, para su empleo óptimo, así como para la puesta en común del conocimiento de todo lo relacionado con la nutrición. Además, destacó su efectividad en la toma de decisiones.
Aplicaciones de alimentación y salud que funcionan
Una herramienta que comienza a conquistar a su público es la app de recetas de EROSKI CONSUMER. Resulta un ejemplo del equilibrio entre lo que se ofrece y lo que se puede conseguir con ella. Gracias a esta aplicación, el smartphone recibe un menú del día confeccionado con recetas saludables y regido por un criterio nutricional. Además, permite confeccionar un perfil nutricional ajustado a gustos alimenticios e incluso patologías del usuario. Para las personas que quieren ser conscientes de su alimentación, incluye un semáforo nutricional mediante un sistema de colores que muestra de una forma clara y completa los valores nutricionales de cada alimento. También informa del porcentaje de calorías y nutrientes que representan las cantidades ingeridas respecto a la Cantidad Diaria Orientativa (CDO). A partir de aquí, el éxito solo se alcanza si se usa la herramienta. Llevar a la práctica lo que uno mismo ha decidido incorporar en sus hábitos, llegar a interactuar con esa app compartiendo fotos o reflexiones: ahí está el reto.
Sucede lo mismo con las aplicaciones que acompañan en el ejercicio físico. Las hay que ayudan a trazar el recorrido o calcular el gasto calórico del usuario en las salidas a correr y las que quieren inspirar el ejercicio al aire libre. También son numerosas las que se refieren al fitness, adaptadas a ejercicios aeróbicos, las que simulan gimnasios virtuales o pautan entrenamientos específicos de glúteos, piernas o abdomen. Incluso, sin ser apps propiamente dichas, en el mercado se encuentran accesorios como pulseras o pulsómetros que digitalizan el ejercicio en la búsqueda de un mejor resultado, más eficaz y eficiente.
Apps de salud personalizadas, un futuro posible
El futuro de las aplicacioness, según adelantaba la citada revista americana de referencia, se puede augurar que será un éxito: el conocimiento y la prestación de servicios utilizarán estas herramientas. Se consolidará la relación entre el emisor y el receptor a través de la tecnología, pero ni siquiera los gurús más osados se atreven a describir cómo. Se vislumbra que la comunicación se personalizará. Todavía son escasos los ejemplos, pero ya existen, en que el seguimiento a un paciente y la prestación de la atención individual se realiza a través de programas desarrollados al efecto.
Uno de ellos se documentó en el primer trimestre de 2014. La Fairview Health Services en Minnesota involucró a 41 servicios de atención primaria del Estado para ofrecer apps específicas a pacientes crónicos. El estudio de campo resolvió que los resultados de uso de las aplicaciones con pacientes reales fueron bajos, pero la eficiencia de entre quienes las emplearon fue muy alta. El paciente familiarizado con su utilización se benefició de ella, si bien la resistencia o falta de voluntad para incluirla en los hábitos fue mayoritaria.
El desarrollo de apps de alimentación saludable debe contar con especialistas en nutrición
En el transcurso del «Food & Nutrition» organizado por el Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics, la doctora Catherine Frederico (miembro de la Sociedad Americana de la Nutrición, profesora del Newbury College y Regis College y creadora de apps especializadas) destacó que las aplicaciones tecnológicas a la nutrición es un nuevo y creciente campo con oportunidades. No obstante, alertó de que si bien grandes y pequeñas empresas están trabajando en su desarrollo, no deben olvidar incluir a un especialista en nutrición en el equipo desde el principio. Este apunte lo realizó al describir cómo las aplicaciones médicas que han logrado su consolidación y su éxito, es decir, la aceptación de los pacientes, han contado con especialistas de las diferentes patologías en todo el proceso de desarrollo.
Sin duda, la conexión está garantizada, pero una dieta genérica para adelgazar servida por una máquina no sirve. Un régimen desarrollado por un dietista para su paciente, a quien realiza un seguimiento y con quien mantiene una relación a través de una app que ambos conocen, en cambio, es una herramienta que llevará al éxito. Se trata, en definitiva, de unir voluntad con hábito, lo que culmina con la consecución del objetivo inicial: llevar una vida sana.
La ventaja de la actual eclosión de apps es que cada semana aparece una nueva propuesta en el mercado, gratuita o a precio muy competitivo. La desventaja es que muchas no se consolidan y se quedan obsoletas. Pero este proceso, igual que funciona como prueba-error para los programadores y las compañías que lanzan novedades, a los ciudadanos les ayuda a adquirir una experiencia y un conocimiento con el que formar su criterio. Algo clave, ya que ahora demandar lo que se quiere es posible.
Si algo han revelado las nuevas tecnologías -y ha supuesto una revolución entre quien oferta un servicio y lo demanda- es que la interactuación condiciona la oferta. La fuerza del consumidor es hoy determinante. Su criterio es tenido muy en cuenta en los desarrollos. De ahí la importancia de que ese criterio sea el más riguroso y más acertado posible. Si los ciudadanos premian con su éxito una aplicación rigurosa es importante, y en el caso de la nutrición es esencial. Si se da la espalda a las fórmulas milagrosas, si se exige rigor científico a todo lo que condicione la salud de las personas, las apps que triunfen serán aliadas de la salud.