Los hogares españoles consumieron un total de 30.328 millones de kg/ltr de alimentos en el año móvil comprendido entre junio de 2011 y mayo de 2012, lo que representa un incremento del 0,4% con respecto al mismo periodo anterior, según se desprende del estudio realizado por el Observatorio de Precios de los Alimentos. Las familias han aumentado sobre todo el consumo de carne, derivados lácteos, cavas y espumosos, arroz y frutas frescas, mientras que han reducido el consumo de pastas, legumbres y frutas de temporada.
Con respecto al gasto en alimentación realizado por las familias españolas entre junio de 2011 y mayo de 2012, ascendió a 67.486 millones de euros, lo que supone un incremento del 1,2%. El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente atribuyó esta subida del gasto al incremento del precio medio de los alimentos.
Por productos, el estudio destaca un incremento en el consumo de carne en los hogares (+2,2%), como consecuencia de un aumento en el consumo de carne transformada (+8,2%), carne congelada (+2,8%) y de pollo (+2,6%). Sin embargo, se redujo la compra de ovino/caprino un -8,7%. También se elevó el consumo de derivados lácteos (+3,1), sobre todo de los bífidus+leches fermentadas (+3,5%), yogurt (+2,2%) y del queso (+1,4%). Sin embargo, el consumo de leche líquida descendió un -1,3%, siendo las variedades de entera y desnatada las que cayeron (-7,0% y -1,3% respectivamente), mientras que la semidesnatada se incrementó un 4,6%.
El consumo de patatas frescas se mantuvo estable entre junio de 2011 y mayo de 2012, por el contrario, se incrementó en un 2,7% el consumo de hortalizas frescas, sobretodo de pimientos (+8,5%), judías verdes (+4,4%) tomates (+3,5%). Además, se fortaleció la compra de las frutas frescas (+2,3%), destacó Agricultura. El consumo de cítricos subió un 2,6%, el de plátano un 4,9%, y el de manzanas un 3,9%. Sin embargo, se observaron descensos en el consumo de algunas frutas de temporada como son las ciruelas (-5,2%), las cerezas (-10,7%), los melocotones y albaricoques (-11,0% y -19,5% respectivamente).
También cayó la compra de pastas (-2,6%) y legumbres (-1,2%), mientras que el consumo de arroz aumentó un 1,3%. Por otra parte, el consumo de aceite de oliva descendió levemente (-0,5%), mientras la adquisición de aceite de girasol se mantuvo estable.