La leche materna es la mejor elección para alimentar a un recién nacido. Las recomendaciones en salud basadas en la evidencia científica carecen de fisuras o discrepancias a este respecto. Sin embargo, algunas madres no pueden aportar este alimento a sus hijos, ya sea por causas físicas, patológicas o psicológicas. Además de la conocida lactancia artificial, a partir de fórmulas adaptadas a las necesidades del lactante, otra de las posibles soluciones pasa por recurrir a los bancos de leche materna, una alternativa que está más desarrollada en otros países que en España, donde se cuenta con tres centros vinculados al entorno sanitario. No obstante, la popularización de las redes sociales, donde las madres se ponen en contacto para “donar” su leche, y la publicación de un reciente artículo que defiende que la leche de otra madre podría no cubrir las necesidades de un lactante prematuro han disparado el debate sobre la idoneidad de esta elección.
Bancos de leche materna en España
El primero de los bancos de leche radicados en España se abrió en julio de 2001 en la Fundación Banco de Sangre y de Tejidos de Islas Baleares, una entidad privada que surte de leche humana, en función de sus posibilidades, a distintos centros sanitarios. A éste le siguió en 2007 el primer banco de un hospital público, el 12 de Octubre de Madrid, vinculado al servicio de neonatología. En marzo de 2010, abrió sus puertas el tercero y último hasta la fecha en nuestro país, ubicado en el Hospital la Fe de Valencia.
Es previsible que en breve plazo se registre un despegue en el número de bancos de leche materna en España
Frente a la escasa oferta actual, es previsible que en breve plazo se registre un despegue en el número de bancos de leche materna en España. La demanda de este tipo de servicios aumenta. En el periodo de 2005 a 2009, se multiplicó por cuatro la cantidad recogida en el banco de las Islas Baleares (de 100 a 400 litros de leche) y el 12 de Octubre procesa cerca de 60 litros al mes. En cuanto a esta alternativa en otros países, en el continente americano, en especial en Brasil, el número es mayor que en Europa, aunque en Francia, Alemania o Reino Unido también es una tendencia en auge.
Preocupación de las autoridades sanitarias en Estados Unidos
A principios de diciembre de 2010, la agencia estadounidense encargada de controlar los alimentos y los medicamentos (FDA) manifestó su preocupación por la creciente práctica de algunas madres que se ponen en contacto por su cuenta a través de las redes sociales con el fin de donar su leche sin control alguno. La preocupación de la FDA parte de la consideración de que los posibles riesgos de la leche materna obtenida por este medio, sin control, puedan superar a los potenciales beneficios. La agencia aconseja a los padres no usar leche materna sin controlar debido a los riesgos de desarrollar algunas enfermedades fruto de la contaminación con bacterias, fármacos o sustancias químicas.
La opción de recurrir a la leche materna donada es frecuente en Estados Unidos, pero la actual red de bancos no alcanza para cubrir toda la demanda. Esta situación ha originado el aumento de los foros y páginas web especializadas en poner en contacto a mujeres que quieren donar leche con quienes la necesitan.
La FDA se plantea en la actualidad la posibilidad de intervenir y regular este tipo de bancos que, hasta el momento, llevan un régimen de autocontrol. Para algunos expertos, un exceso en la reglamentación podría acarrear un cierre masivo de estos centros, con el consiguiente aumento de las dificultades para obtener el producto.
La leche donada como opción en los prematuros
Más allá de las controversias relacionadas con la seguridad higiénica de la leche donada, un artículo reciente publicado en la revista ‘The Journal of Pediatrics’ cuestiona el valor terapéutico de esta alternativa cuando se dispensa a bebés prematuros como única estrategia. El estudio tenía dos objetivos principales. Por un lado, evaluar el valor nutricional de la leche materna donada tras su pasteurización y, por otro, detectar hasta qué punto esta leche cubre las necesidades nutricionales de un bebé nacido prematuro, en lo referente al contenido en ácidos grasos y aminoácidos.
A pesar de que la leche materna donada tiene con frecuencia en los bebés prematuros una de sus principales aplicaciones, es preciso hacer constar que las necesidades de estos bebés están aumentadas, en cuanto al aporte de energía y de algunos nutrientes. Las conclusiones del mencionado estudio, realizado a partir del análisis de 39 muestras de leche donada, apuntan a que este tipo de leches tienen una menor concentración de aminoácidos y de ácido docosahexaenoico DHA, del grupo omega-3. Por tanto, en estos casos, señalan que debería considerarse la posibilidad de que estos bebés reciban, además, una suplementación mientras se alimenten con una leche procedente de otra madre.
Estos resultados sirven para subrayar de nuevo el carácter de la leche materna como un producto que evoluciona en el tiempo y que se adapta a las circunstancias del hijo. Es decir, la leche de una madre es el mejor alimento para su hijo, en sus circunstancias, que no tienen por qué coincidir con las de otro bebé en una situación (peso, edad, etc.) diferente. En cuanto al primer objetivo del estudio, se constató que la pasteurización no alteró de forma sustancial el valor nutricional de la leche materna.
Cualquier mujer que dé el pecho a su hijo y que mantenga un estado de salud correcto -que le permita sacarse leche para donarla como una actividad extra- puede ser donante. Se descartan las mujeres con hábitos tóxicos (tabaco, drogas, alcohol, etc.) y con enfermedades crónicas o infecciosas.
Cualquier mujer que dé el pecho a su hijo y que mantenga un estado de salud correcto puede ser donante
Los destinatarios son, con frecuencia, los bebés prematuros, los niños alérgicos o con intolerancias a las fórmulas lácteas a quienes, por cualquier causa, su madre natural no puede darles el pecho, los convalecientes de intervenciones quirúrgicas y los lactantes cuya madre natural no produce la suficiente cantidad de leche.
En España, una vez obtenida la leche, se pasteuriza mediante unproceso de higienización a unos 62º C y se clasifica en función de su calidad y valor nutritivo para destinar cada donación al mejor receptor posible. Cómo dato curioso, cabe señalar que en Noruega no se pasteuriza y las donantes se seleccionan entre una población con unos criterios higiénico-saludables muy exigentes.