El Gobierno de Bélgica ha detectado la fiebre conocida como «lengua azul» en reses ovinas y bovinas de 11 explotaciones cercanas a las localidades de Lieja y Fourons, al este del país. Este virus es muy nocivo para el ganado rumiante, pero inofensivo para el ser humano.
Ante la aparición de estos focos, las autoridades belgas han prohibido el transporte de rumiantes en un área que ocupa gran parte de la provincia de Lieja y una porción de la de Limburgo. Además, han decretado la fumigación obligatoria de las reses para prevenir que las picaduras de mosquitos extiendan la epizootia.
Bélgica ya ha informado de la situación a la Comisión Europea que, tras la detección de la enfermedad el pasado jueves en Holanda, convocó para mañana, lunes, una reunión extraordinaria del Comité de la Cadena Alimentaria y la Salud Animal para estudiar nuevas medidas de precaución.
La «lengua azul» es una epizootia relativamente frecuente en explotaciones del sur de Europa, pero hasta ahora no se había detectado en el norte del continente.