En los tradicionales «vendégló», restaurantes caseros muy populares, así como en los locales más prestigiosos y elegantes de la ciudad, se pueden degustar los platos típicos de la gastronomía de Budapest, que bien puede ser representativa de todo el país. En los primeros, del modo más auténtico y acompañados de música zíngara, y en los segundos, en platos de diseño y con cuidadas y estudiadas presentaciones.
La carne, especialidad de la casa
La carne, y principalmente la caza, son alimentos indispensables en cualquier mesa de la ciudad. A la plancha, asada, a la parrilla… no importa cómo se prepare ya que de cualquier modo resulta realmente apetecible. El «roston», carne asada a la parrilla, el caldo de buey con tuétano o el «porkolt», un estofado de carne variada, son algunos de los platos que se pueden encontrar en la carta de gran parte de los locales de Budapest. Sin embargo, es el «gulash» uno de sus platos típicos más conocidos en todo el mundo. Esta famosa sopa se elabora con pequeños tacos de carne acompañada de patatas, crema «csipetke», elaborada con harina y huevo, y por supuesto aderezada con paprika, un popular pimentón húngaro.
Los amigos del pescado no deben preocuparse ya que éste también ocupa un lugar destacado en la mesa. El plato más representativo es la sopa de pescado «halaszle», elaborada con pescado, cebolla y «paprika», y según cuentan quienes han tenido la oportunidad de degustarla, con un delicioso sabor.
Verduras originales y dulces únicos
Para comenzar un buen banquete, nada como un ligero plato de verdura que deje un hueco en el estómago para las contundentes carnes que vendrán después. Elegir uno de ellos no resulta fácil, por lo que conviene saber que eligiendo un suflé de verduras elaborado principalmente con patata y coliflor, o un plato de «chocroute», la famosa col fermentada, el acierto está casi asegurado.
Una advertencia: reservar un hueco para el postre, ya que en Budapest gozan de una gran importancia, pues su calidad hace que en ocasiones sean el plato más deseado de todo el menú. Algunos de los más destacados son los «crepes», el «somló», un bizcocho con crema y ron, o la «palacsinta», una excelente tortilla rellena de uvas, nueces y limón que se baña con crema de chocolate. Un extenso abanico de postres dulces y salados que, degustados en uno de los cafés históricos de la ciudad, adquieren un sabor especial.
Buen provecho – Jó étvágyat!