Sarda, verta, verdel, caballa… Dime dónde haces la compra y te diré cómo se llama. Nos referimos a la caballa, un exquisito pescado que pertenece a la misma familia que el bonito y el atún, y que comparte con ellos algunas características muy interesantes. ¿Un ejemplo? Sus propiedades nutricionales. La caballa es un pescado azul y, por tanto, rico en grasa saludable. Nos aporta omega 3, tan importante para reducir los niveles de colesterol y prevenir enfermedades cardiovasculares. Contiene proteínas de alto valor biológico y un buen compendio de vitaminas y minerales. Y tiene una ventaja añadida: al ser un ejemplar más pequeño que sus primos, alberga menos metales pesados, lo cual nos permite disfrutar de sus bondades con frecuencia. En suma, es un alimento muy sano. Además, hay otras cualidades que merece la pena reseñar, en este caso, gastronómicas, como recogemos en las siguientes líneas.
Y es que la caballa es un tipo de pescado que se adapta muy bien a nuestros recetarios y es capaz de alegrar nuestros menús, desde los más sencillos hasta los más elaborados. Desde luego, debemos tener en cuenta que el modo de prepararla y consumirla influirá en su perfil nutricional, como sucede con todos los alimentos. Así, al horno será más calórica que a la plancha, en conserva tendrá más sal que al natural y si la consumimos en albóndigas con salsa resultará más contundente que en ensalada o en vinagreta.
Las siguientes son algunas ideas para aprovechar al máximo la versatilidad de este pescado y disfrutar de su sabor sin aburrirse ni repetir platos.
¿Niños en casa? Hamburguesa de verdel
- Necesitamos: 400 g de verdel despinado, una cebolla, un diente de ajo, un puñado de pan rallado, un huevo, aceite de oliva, sal y pimienta.
- Preparación. Cortamos la cebolla y el diente de ajo en cuadraditos muy pequeños y los sofreímos a fuego suave con un poco de aceite de oliva hasta que se ablanden y adquieran un tono amarillento. Escurrimos bien y reservamos el aceite para las hamburguesas. Después, desmenuzamos la carne del verdel, le agregamos el sofrito, el huevo, los condimentos y, poco a poco, el pan rallado. Mezclamos hasta conseguir una masa homogénea con la que dar forma a las hamburguesas, que haremos a la sartén hasta que estén doraditas.
Caballa al horno, una delicia
- Necesitamos: dos caballas (800 gramos), dos dientes de ajo, aceite de oliva y sal.
- Preparación. Mientras precalentamos el horno a 180 ºC, limpiamos el pescado, abrimos para asar y quitamos las espinas. Sazonamos el pescado e introducimos los lomos en una bandeja previamente salados y untados de aceite de oliva en el horno durante 15 minutos.
- Sugerencias. Acompañarla con unas verduritas asadas o salteadas al wok. Si sobra pescado, podemos reutilizarlo para preparar un paté. En este caso hace falta desmigarlo, quitarle la piel y pasarlo por la batidora con un poco de nata y unos mejillones en conserva (escurridos).
Verdel a la plancha, clásico y práctico
- Necesitamos: 800 g de verdel cortado en filetes, cuatro tomates, aceite de oliva, vinagre, una pizca de azúcar y de sal.
- Preparación. Le quitamos las pepitas a los tomates, los cortamos en cuadraditos pequeños y los salteamos en una sartén. Añadimos aceite de oliva y vinagre de Jerez (por cada tres cucharadas de aceite, una de vinagre) hasta conseguir una vinagreta con buen sabor y textura. Ponemos a punto de sal y azúcar y dejamos reposar fuera del fuego para que se temple. Salpimentamos los filetes de verdel y los hacemos a la plancha; alcanza con 2 o 3 minutos por cada lado. Los servimos con la vinagreta de tomate templada.
- Sugerencia: acompañarlos con un puré suave de manzana o de patata.
Protagonista de ensaladas
- Se puede utilizar caballa en conserva o caballa fresca y marinada. La conserva es más práctica (basta abrir el recipiente y usar), aunque tendrá más sal (cuatro veces más). Marinada queda muy bien. Para ello, la sumergimos en una vinagreta templada y, cuando se enfríe, la dejamos reposar en un recipiente tapado durante 24 horas en la nevera. Eso sí, conviene que antes hayamos congelado el pescado durante 5 días a -20 ºC para prevenir el anisakis.
- La caballa queda muy bien en ensaladas con verduras de hoja verde, tomate y nueces. Se puede servir fría, a temperatura ambiente o templada: en cualquiera de estas tres versiones quedará fenomenal. Si la preferimos templada, basta con añadirla justo antes de servir, para evitar que el calor deje mustias las hojas de las verduras. Y si queremos un plato único rico y ligero, haremos una ensalada templada de pasta o de arroz.
Cuatro consejos para tomar nota
- 1. Elegir. Conviene decantarse por los ejemplares de menor tamaño porque se consideran los de mejor calidad; también con los que tengan la piel brillante y la carne consistente.
- 2. Conservar. La caballa es un pescado que comienza a mostrar signos de falta de frescura a las pocas horas de haber sido capturado. Si no lo cocinaremos el mismo día de la compra o al siguiente, lo congelaremos.
- 3. Preparar. Hay muchas formas de prepararlo, pero en todas ellas es importante no quitarle la piel mientras esté crudo. Retirarla es laborioso (está muy adherida) y puede estropear el aspecto y la textura de la carne.
- 4. Cuidar. Si lo prepararemos marinado, antes lo congelaremos para prevenir el anisakis. Y hay que tener cuidado con los niños, pues la caballa tiene bastantes espinas. Las hamburguesas o albóndigas son una buena opción para los pequeños de la casa.