El consumo de café se sigue vinculando con algunos problemas de salud como la hipertensión arterial. ¿Es un mito o lo avala la literatura científica?
Hay mucha controversia sobre si existe una relación causa-efecto entre el consumo de café y la hipertensión arterial. La literatura científica, ciento por ciento, no avala que sea así. En la tensión arterial inciden muchos factores.
¿En algunas personas surte más efecto que en otras?
Hay personas que presentan una sensibilidad particular a la cafeína y pueden experimentar una alteración general tras su consumo que tienen que ver con el estado de alerta.
¿El café mejora el rendimiento físico?
Sí. De hecho, hay muchos deportistas que lo toman porque no se considera dopaje, siempre que se tome dentro de las recomendaciones establecidas como no tóxicas: 400 miligramos al día para los adultos sanos. Por ejemplo, la tenista Serena Williams lo bebía durante los partidos.
¿A cuántos cafés equivale esa cantidad?
Se considera un consumo moderado tres o cuatro cafés al día.
Dado que aumenta el estado de alerta, ¿puede tener efectos en el rendimiento académico?
Sí, mejora el rendimiento porque aumenta la concentración, el estado de alerta. No obstante, hay que incidir en la importancia del sueño, especialmente en los adolescentes, que están muy enganchados a las pantallas y cuesta mucho decirles que se vayan a la cama. Para que el biorritmo esté bien, hace falta un número suficiente de horas de sueño y en un horario adecuado.
Además de la cafeína, ¿qué otros compuestos del café tienen efectos beneficiosos en la salud?
Los hay muy variados. Entre otros, tenemos los compuestos fenólicos. A este grupo pertenecen los ácidos clorogénicos, que tienen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antidiabéticas. Esto es importante desde el punto de vista preventivo porque las epidemias del siglo XXI, como la obesidad, los problemas cardiovasculares o la diabetes, se basan en procesos inflamatorios y oxidativos del organismo.
¿Así que el café puede considerarse una herramienta de medicina preventiva?
Sí, porque la mayoría de las patologías crónicas que he citado tienen una prevalencia muy alta y están relacionadas de alguna manera con los procesos de estrés oxidativo y de inflamación. Por lo extendido que está su consumo en el mundo, se considera que el café es la fuente de antioxidantes más importante que tenemos en la dieta. Si eres un individuo sano, el café es tu aliado.
¿Qué relación guardan los antioxidantes del café con la prevención de la obesidad o la diabetes?
Por la estructura que tienen, los antioxidantes pueden relacionarse con otras moléculas que tienen que ver con el metabolismo energético de los carbohidratos y de los lípidos. De hecho, la Universidad de Harvard lanzó un documento hace poco en el que el café figuraba como una parte fundamental de la estrategia para reducir el riesgo de sufrir patologías crónicas.
¿Qué otros productos incluía esa estrategia?
Una dieta rica en frutas y verduras, semillas y grasas saludables, como el aceite de oliva y los pescados ricos en omega 3. Además del café, también incluía cacao y té. El objetivo de estas dietas antiinflamatorias es tener vidas más saludables a través de dietas saludables.
¿El café tiene el mismo efecto preventivo en la salud si se toma con azúcar?
Tomar el café con azúcar desvirtúa todas sus propiedades. El azúcar es el gran problema a batir porque puede convertirse en grasa. Cuando empezó a reducirse la cantidad de grasa en los alimentos, se pensó en una alternativa para garantizar la satisfacción del consumidor y se recurrió a añadirles azúcar. Esa es la razón de su elevado consumo. El problema es que arruina una bebida como el café que está en la base de una hidratación saludable.
¿Al mismo nivel que el agua?
La hidratación saludable es fundamentalmente agua, pero incluye también infusiones que nos proveen de los compuestos bioactivos antiinflamatorios, antiobesidad y antidiabéticos que comentaba antes. La clave está en que para obtener ese efecto positivo hay que prescindir del azúcar en el café.
¿En qué consiste la paradoja del café que citan en el libro?
Consiste en que durante el proceso de tostado del grano verde cambia mucho su composición, y además de formarse productos que relacionamos con el aroma típico del café y que le dan ese color marrón, también aparecen otros potencialmente perjudiciales para la salud como la acrilamida.
¿Contrarresta en alguna medida los efectos de los otros compuestos?
El balance riesgo-beneficio de la ingesta moderada de la bebida es positivo, porque la concentración de los compuestos beneficiosos es superior a la de los que presentan un potencial efecto negativo.
Al margen de sus efectos en la salud, ¿es sostenible la producción de café?
Se piensa que la industria del café va a ser la primera sostenible como sistema. Se ha investigado mucho en los productos que van quedando en el proceso de elaboración entre la planta de la que surge el café y la taza que tomamos. Por ejemplo, ya se ha autorizado que puedan utilizarse como nuevos alimentos las bebidas a partir de la cáscara del café. Las hojas de la planta también pueden comercializarse como nuevo alimento.
¿Cuál es su valor nutricional?
Es muy interesante su composición en macronutrientes y micronutientes. Son compuestos bioactivos ricos en fibra dietética, fundamental para la buena salud de la microbiota intestinal. Por otra parte, tienen micronutrientes, vitamina C y minerales.
Además de beberlo, ¿podremos comer el café?
También se come, por supuesto. El objetivo es generar alimentos que sean más saludables y más sostenibles. Por ejemplo, pueden producirse hamburguesas vegetales con la cáscara de café. También puede hacerse una harina libre de gluten a partir de esa misma cáscara.
¿Qué podemos hacer con los posos?
Algunas empresas los usan para generar biomasa y producir su propia energía. En nuestra casa podemos emplearlo como desatascador o para enriquecer el sustrato orgánico de las plantas. Asimismo, es un buen exfoliante y hay cosméticos que recurren a la cafeína como anticelulítico.
¿Qué otros usos tiene?
Cada vez son más. A nosotros nos interesa revalorizarlo por su valor alimentario, pero hay otras muchas aplicaciones. Por ejemplo, en construcción se emplean para fabricar pavimentos y en el ámbito textil para obtener distintas fibras.
¿Del café se aprovecha todo, como se dice del cerdo?
Es un buen ejemplo y la base de una salud sostenible, nuestra filosofía. Si estamos bien alimentados, tendremos una mejor salud, una vida digna y podremos ser más productivos. Este modelo que se ha desarrollado ampliamente con el café podría aplicarse con otros productos muy nuestros como la uva, la oliva y los cítricos.