Es difícil encontrar una persona adulta que no tome café habitualmente. De hecho, esta bebida es uno de los productos más consumidos en el día a día. En España se toman unos 14.000 millones de tazas de café al año, según un estudio de la Organización Internacional del Café. Eso significa que cada adulto toma una media de 350 tazas al año, aunque esta cifra puede resultar engañosa, porque hay muchas personas que consumen tres o cuatro cafés al día, mientras que otras solo toman uno.
Hasta hace unas pocas décadas lo más común era consumir el café en casa y en cafeterías. Pero hace ya tiempo que es frecuente tomar esta bebida en muchos otros lugares y a cualquier hora, algo que es más fácil que antes debido en parte a los cafés listos para consumir.
☕ Las mil combinaciones del café
Los cafés listos para consumir son productos que se comercializan en vasos o envases individuales para facilitar su consumo y que, por lo general, se toman fríos. Entre ellos podemos encontrar distintas opciones, que tienen algunas cosas en común —casi todas ellas están compuestas principalmente por leche, café y azúcar—, pero también con importantes diferencias, como el tipo de envase y la forma de preparación del café. Este último aspecto es precisamente el que se suele destacar en la parte frontal del envase. Entre ellos, los más comunes son los siguientes:
- Expreso (o espresso). Se prepara haciendo pasar rápido agua caliente y a presión a través del café molido. Como resultado se obtiene un café de sabor y aroma intensos y con alto contenido en cafeína. Es el que se prepara normalmente en las máquinas de las cafeterías o en cafeteras italianas.
- Con leche. Café expreso al que se le añade leche, en proporciones de 1:3. Entre los productos analizados en nuestra ‘Guía de compra de cafés listos para tomar’, tres son de este tipo: Kaiku, Nescafé y Eroski.
- Caffe latte. A este café expreso se le añade leche espumada encima (obtenida normalmente con el tubo de vapor de la cafetera). Dos de los productos analizados son de este tipo: Starbucks y Mocay.
- Capuchino (o capuccino). Sobre una base de café expreso se añade leche y leche espumada (y generalmente cacao espolvoreado). Tres de los productos analizados son de este tipo: Kaiku, Kaiku Avena y Nescafé.
- Macchiato. Es un café expreso con un pequeño toque de leche espumada.
- Frappé. Café con hielo recubierto de espuma de leche. Entre los productos analizados, Starbucks Frappuccino se parece a este tipo, aunque en realidad es una combinación entre esta forma de preparación y el capuchino.
☕ El sabor y el aroma, según la variedad de café
Otro de los aspectos que se destaca en el frontal del envase es la variedad del café. Existen dos grandes tipos, en función de la especie de la planta de procedencia: arábica (Coffea arabica) y robusta (Coffea canephora). Este último tiene un sabor y un aroma más fuerte y una mayor cantidad de cafeína, mientras que el primero es más aromático y suave.
El 70 % de la producción mundial corresponde al café arábica, que es también el más apreciado y el que se utiliza en la elaboración de los productos que hemos analizado en nuestra Guía de compra, al menos en los que declaran esta información (todos excepto los de Nescafé).
☕ ¿Dudas con el café? Las claves están en la etiqueta
Más allá de la forma de preparación y de la especie de café utilizada, conviene conocer otros detalles que determinan sus características y, para ello es necesario leer el etiquetado con detenimiento. Lo idóneo sería comenzar por la denominación legal de venta, que encontraremos junto a la lista de ingredientes.
Como estos productos no están categorizados en la legislación, lo que se muestra es una descripción para que podamos conocer sus características: por ejemplo, “bebida láctea de café con leche y cacao” o “bebida láctea con café y sabor a galleta”. Todos los productos son bebidas compuestas básicamente por leche y café, a excepción de Kaiku Avena, compuesta por bebida de avena y café.
📍 El café, el verdadero protagonista
Lo siguiente que conviene hacer es leer la lista de ingredientes para conocer su composición con detalle. Los elementos que lo conforman deben enumerarse en orden, según su peso, y en caso de que alguno de ellos se destaque en el envase, ya sea por medio de palabras o de imágenes, debe indicarse su cantidad concreta.
El café se encuentra en una proporción más baja que la leche, sin embargo es el gran protagonista en estas bebidas, dada su importancia sobre el sabor y el aroma (sin olvidar su aporte de cafeína). Aunque se informa de la cantidad concreta que contienen estos productos, es difícil hacer comparaciones porque se presenta en diferentes formatos:
- Café líquido. Tal y como lo preparamos en casa, haciendo pasar agua caliente a través de café molido. Es el tipo de café que contienen los productos de Kaiku y Starbucks, en los que está presente en una proporción que varía entre el 15 % y el 20 %, de Kaiku Cappuccino y Starbucks Caffè Latte, respectivamente.
- Café soluble. Es como el café de sobre que sirven en muchas cafeterías. Para producirlo se hace pasar agua caliente a través de café molido, de manera que se obtiene un extracto de café. Posteriormente, se elimina el agua. Así, el producto resultante es ese conjunto de granos solubles. Este tipo de café es el que se utiliza en los productos Nescafé, en una proporción entre el 1 % y el 1,4 %, es decir, unos 1,9-2,7 gramos por vaso, cantidad similar a la que contiene la bebida de Eroski (1,5 %). Viene a ser equivalente a un sobre de café soluble (normalmente se comercializan en formato de dos gramos).
- Extracto de café. También se obtiene haciendo pasar agua caliente a través de café molido. La diferencia con el café líquido es que este está más concentrado. Es el que se utiliza en Mocay, en una proporción del 2,5 %. En el envase se indica que esta cantidad equivale a 40 g de café [molido] por cada 100 ml de producto, es decir, para preparar cada vaso se utilizan unos 80 g.
📍 Más leche que café
El ingrediente principal de todos es la leche, ya que es el que figura en primera posición de la lista de ingredientes (salvo en Kaiku Avena, en el que es la bebida de avena). Además, como este ingrediente se menciona expresamente en la denominación legal de venta, se indica la cantidad concreta. La leche más habitual en estos productos es semidesnatada.
📍 El azúcar añadido
En el grupo de los productos que más calorías aportan hay que destacar el Starbucks Frappuccino, que contiene 158 kcal debido a su contenido en azúcar. Este aspecto es precisamente en el que deberíamos centrar la atención cuando consultamos el etiquetado, para comprobar si contienen azúcar añadido, tal y como ocurre en todos los productos analizados.
En la tabla nutricional se indica la cantidad de azúcares totales, es decir, los añadidos por el fabricante y los azúcares intrínsecos, como los que contiene la leche de forma natural, principalmente lactosa. Esta última no es preocupante para la salud, pero los azúcares añadidos sí lo son, dado que un consumo abusivo o habitual, como se suele hacer en nuestro entorno, se relaciona con problemas de salud, como caries, diabetes tipo 2 y obesidad.
No hay una forma inmediata de conocer la proporción en la que se encuentran unos y otros, pero podemos hacer un cálculo aproximado sabiendo que la proporción de lactosa en la leche de vaca está en torno al 5 % y considerando la proporción de leche en cada envase. Así se puede deducir, de forma aproximada, que la cantidad de azúcar añadido se encuentra entre los 9 g de Kaiku Caffe Latte y Mocay, y los 15,5 g de Starbucks Frappuccino. Es decir, cada vaso contiene entre dos y tres cucharaditas y media de azúcar.
☕ La puntuación Nutri-Score
Todos ellos obtienen la misma puntuación en el sistema Nutri-Score, concretamente una B. Esto se explica porque para evaluar la leche y las bebidas vegetales se aplican los mismos criterios que para los alimentos sólidos; por ejemplo, se tolera más cantidad de azúcares que en los refrescos porque se considera que la lactosa no tiene las mismas implicaciones sobre la salud que los azúcares añadidos.