Cuando queremos hacer cebollas rellenas, debemos comenzar por cocerlas un poco junto con su piel para que no se abran.
Luego se introducen en el horno y cuando la piel está negra, se retiran y con la punta de un cuchillo se deshojan desprendiendo parte de las capas de piel.
A continuación se tumban las cebollas de medio lado, se reúnen las pieles en la zona de la base en un ramillete, sujetándolas con los dedos y se cortan para retirarle el ramillete de hojas chamuscadas. De esa manera se deja al descubierto la parte tierna de la cebolla asada que vamos a rellenar.
Por último, cortamos la base del tallo con un cuchillo antes de vaciar la cebolla y rellenarla.
Si la hubiésemos pelado antes de cocerla y meterla al horno, las capas se nos hubiesen desmoronado y hubiera sido muy difícil utilizar las capas tiernas para rellenar.
Una vez sacadas las capas podemos rellenarlas de igual modo que unos pimientos rellenos.