El 20% de los niños españoles come entre semana en la escuela, un porcentaje que se incrementa en el caso de los de entre 2 y 5 años hasta el 35%. Los comedores escolares son, por tanto, claves en el desarrollo de muchos niños, según la Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU), que, aprovechando el inicio del curso, quiere dar una serie de recomendaciones básicas que deben tener en cuenta los padres a la hora de valorar la calidad de los alimentos que reciben sus hijos.
CECU considera vital que los alimentos que toman los menores en el colegio sean los adecuados para su correcto desarrollo a todos los niveles y para evitar el problema de la obesidad y el sobrepeso infantil. En este sentido, rechaza los menús altos en grasas, sales y azúcares «que acaban afectando gravemente y, en algunos casos, de por vida a la salud de los niños».
Esta asociación considera además necesario tomar medidas en relación con las máquinas expendedoras de alimentos y bebidas. «En muchos colegios se encuentran máquinas con sistemas de autoservicio con las que es difícil controlar los productos y las cantidades que consumen los niños, por lo que es posible que se produzca un abuso de alimentos altos en grasas y con escasas propiedades nutritivas», advierte. A su juicio, sería interesante incluir alimentos como frutas, galletas, cereales o bebidas con bajo contenido en azúcar, además de agua mineral, zumos o yogures para beber.
Recomendaciones
Ante el gran numero de niños que comen en la escuela, CECU lanza una serie de consejos que deberían tenerse en cuenta a la hora de desarrollar las bases del control de los comedores escolares. En primer lugar, señala que el colegio debe informar a los padres y hacer entrega a los alumnos de una guía con los menús de la semana o del mes.
El menú ha de representar el 30% del valor energético total del día y debe constar de tres platos. Un primero de pasta, arroz, legumbres, verduras y/o patatas; un segundo a base de carne, pescado o huevo con ensalada o verdura como guarnición (no siempre patatas fritas); finalmente, una fruta, preferentemente, o un postre lácteo, evitando la bollería industrial y los dulces.
CECU recomienda además incluir en los menús alimentos de temporada, sobre todo fruta fresca, verduras y hortalizas (cinco raciones al día); no cocinar con mucha sal, y evitar el consumo frecuente de platos precocinados.
Por último, recuerda que se debe ofrecer la posibilidad de adaptar el menú para los niños que padezcan alguna enfermedad o alergia alimentaria.