Los chips de verduras son una guarnición poco habitual, pero muy fácil de hacer y el resultado es muy sabroso. Pueden emplearse para acompañar carnes y pescados y también como parte de un aperitivo. Además, se pueden utilizar infinidad de verduras y hortalizas, desde tubérculos (como la remolacha) hasta las hojas de espinacas, acelgas, lechuga, berros, albahaca e, incluso, perejil y cilantro. El resultado: una guarnición o un aperitivo original, colorido y sabroso con el que dar un toque divertido a la mesa y aprovechar todos los vegetales que tengamos en casa. Te contamos cómo hacerlos.
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Chips vegetales: hojas, tubérculos y raíces
- Para hacer chips con hojas, debes escoger las de un tamaño mediano, de color adecuado, tersas y sin defectos. Si son grandes, las puedes trocear hasta que todas tengan el mismo tamaño (esto ayudará a que se cocinen a la vez).
- También se pueden hacer chips con tubérculos, raíces y flores. Para ello, son buenas opciones los boniatos, remolachas, alcachofas, zanahorias o nabos, además de las clásicas patatas.
- Cuando hayas seleccionado las mejores partes para elaborar los chips, enjuágalas en agua fría para eliminar posibles restos de tierra o suciedad que pudieran tener. Escúrrelas bien y sécalas con papel de cocina o un trapo de hilo para eliminar el agua superficial y evitar que salten al freír.
Cómo hacer chips vegetales fritos
🥕 Tubérculos y raíces
Para hacer chips de tubérculos y raíces, es necesaria una elaboración previa. Antes hay que pelarlos y, con una mandolina (una especie de cortador manual que ayuda a sacar láminas finas), cortar láminas del grosor de una hoja. Todas las hortalizas deben tener un tamaño homogéneo para que en el momento de freírse se cocinen por igual.
- Cuando las piezas están preparadas, es preferible freírlas según variedades: las hojas por un lado y los tubérculos y raíces, por otro.
- Para ello, puedes usar una freidora o un cazo con aceite de oliva, limpio, a una temperatura de unos 170 ºC.
- Introduce las láminas de hortalizas poco a poco y, con una espumadera, sumérgelas para que no floten y se cocinen de forma rápida sin que absorban excesiva grasa.
- Las láminas de hortalizas tienden a perder su color original y adoptan un tono entre marrón tostado y dorado, en el caso de las más coloristas. En el momento que cambian de color, los chips están listos y, por tanto, se pueden retirar y escurrir en una bandeja con papel de cocina para que eliminen el exceso de aceite.
- Al contacto con el aire y escurridas del aceite, se vuelven duras y crujientes.
- El último paso es ponerlas a punto de sal. El resultado es un aperitivo sano y crocante.
🥬 Hojas fritas
- Las hojas se fríen de la misma manera, es decir, se agregan poco a poco a la fritura con una espumadera.
- En unos segundos, se pueden sacar en una bandeja con papel absorbente para que se cristalicen y obtener así unas hojitas crocantes. En este caso, adquieren una tonalidad más brillante y aumenta la intensidad de su color.
- Ponlas a punto de sal y ya tendrás un sabroso aperitivo, un complemento para ensaladas o una rica guarnición para platos de pescado y asados de carne.
💡 Para mantener su estructura tan especial, es recomendable colocarlas en el plato justo en el momento de servir. Así no absorben humedad ni pierden su textura.
Cómo hacer chips vegetales al horno
- Precalienta el horno a 150-170 °C, no más. La temperatura suave permite que las verduras se deshidraten y se cocinen sin quemarse.
- Lava bien las verduras y córtalas verduras en rodajas finas (de 2-3 mm de grosor) con una mandolina o un cuchillo. Es importante que el grosor sea homogéneo para que todos los chips se cocinen por igual.
- Seca las rodajas con un paño o con papel de cocina.
- Alíñalas con un poco de aceite de oliva. Lo idóneo es que cada rodaja esté ligeramente cubierta de aceite, pero sin excesos.
- Añade sal al gusto y otras especias o condimentos que te gusten.
En el horno:
- Coloca las rodajas en una bandeja forrada con papel apto para horno (evita que queden rodajas superpuestas, así te asegurarás de que se cocinarán de manera uniforme).
- Introduce la bandeja en el horno precalentado y cocina entre 20 y 40 minutos (el tiempo puede variar según la verdura y el grosor). A mitad de cocción, dale la vuelta a las rodajas para que se hagan bien por ambos lados.
- Hacia el final del tiempo de cocción, presta atención al horno, ya que los chips pueden pasar de estar crujientes a quemarse.
- Cuando los chips estén dorados y crujientes, sácalos del horno y ponlos sobre una rejilla para que se enfríen y no se humedezcan. Al enfriarse, quedarán aún más crujientes.