El Ministerio de Consumo y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) han presentado los resultados de ALADINO 2019, el cuarto estudio de estas características que se centra en la alimentación, la actividad física, el desarrollo de los niños y la obesidad infantil. Según el documento, hay una tendencia descendente del exceso de peso desde 2011 (momento en que se publicó el primer estudio) y una estabilización respecto a 2015, “aunque la prevalencia de sobrepeso y obesidad de los escolares de 6 a 9 años en España sigue siendo elevada”. ¿Qué otros datos relevantes contiene el informe? En este artículo recogemos los principales aspectos.
Con una muestra efectiva de 16.665 niños y niñas de entre 6 y 9 años, el informe Aladino más reciente ofrece una interesante fotografía sobre la alimentación y la salud infantil en nuestro país. Estos son algunos de los datos más relevantes:
? El 40 % de los niños tiene sobrepeso u obesidad
En España, de acuerdo a los estándares de crecimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 40,6 % de los escolares de entre 6 y 9 años tiene exceso de peso. En este grupo, las cifras varían según el sexo:
- Sobrepeso: afecta más a las niñas (24,7 %) que a los niños (21,9 %).
- Obesidad: afecta más a los niños (19,4 %) que a las niñas (15 %).
- Obesidad severa: afecta más a los niños (6 %) que a las niñas (2,4 %).
Aunque cuatro de cada 10 escolares tiene exceso de peso, la mayoría de los padres y las madres creen que sus hijos tienen un peso normal. Solo el 11,7 % de los progenitores piensa que sus pequeños tienen un “ligero sobrepeso”. Como señala el estudio, “estos resultados ponen de manifiesto que muchos progenitores tienen una visión distorsionada de la realidad en cuanto a la situación ponderal que presentan sus hijos e hijas”.
? La prevalencia del exceso de peso aumenta con la edad
Las cifras de sobrepeso varían con la edad: a mayor edad, mayor prevalencia. Así, mientras el 35 % de los niños de 6 años presenta exceso de peso, el porcentaje se dispara entre los niños de 9 años, hasta alcanzar casi el 45 %. La prevalencia de obesidad y exceso aumenta a partir de los 7 años, en el caso de los chicos, y de los 8 años, en el caso de las chicas.
- Exceso de peso a los 6 años de edad: 35,3 %
- Exceso de peso a los 7 años de edad: 39,5 %
- Exceso de peso a los 8 años de edad: 42,2 %
- Exceso de peso a los 9 años de edad: 44,8 %
En relación con la salud general de la familia, las tres enfermedades más frecuentes en el entorno familiar son el colesterol elevado, la hipertensión y la diabetes. Los autores del estudio subrayan que “el porcentaje de familias que presentan estas patologías es muy superior al observado en los anteriores estudios”.
? Más bollería que fruta en el desayuno infantil
Aladino 2019 recoge datos de interés sobre cómo desayunan los pequeños. En concreto, el estudio analizó dos aspectos: qué habían desayunado los niños el mismo día del estudio y qué suelen desayunar, según explican sus familias.
- Desayuno del día del estudio. Los alimentos incluidos ese día fueron, preferentemente, leche (81,7 % de los escolares), a la que un 44,8 % añadieron chocolate/cacao. El 31,5 % lo acompañó de galletas; el 18,7 %, de pan o tostadas; el 17,8 %, de cereales de desayuno y un 10,9 % de algún producto de bollería. Solo uno de cada 10 escolares incluyó fruta o zumo en su desayuno. El desayuno más frecuente de ese día estuvo conformado por un lácteo con bollería o galletas.
- Desayuno habitual de los niños. Según los datos que aportan las familias, el 82,4 % de los escolares toma habitualmente leche; el 57,5 %, galletas; un 54,1 %, pan o tostadas; un 45,2 %, cereales de desayuno y otros cereales; y el 20,1 %, fruta fresca. Además, tres de cada 10 niños no desayunan todos los días.
? La cuarta parte de los niños come bollería de forma habitual
Algunos productos alimentarios que deberían ser de consumo muy ocasional (como galletas, refrescos, golosinas y otros ultraprocesados) están muy presentes en la dieta cotidiana de los niños. Los productos insanos consumidos con mayor frecuencia son galletas, pasteles y bollos; bebidas azucaradas, golosinas, snacks salados y comida precocinada. Este es el porcentaje de escolares que los consumen de manera habitual (cuatro veces a la semana o más):
- Galletas, pasteles o bollos: el 25 %
- Bebidas o néctares de fruta o verdura con azúcares añadidos: 9,7 %
- Batidos: 9,3 %
- Caramelos, golosinas o chocolate: 6,2 %
- Snacks salados (patatas fritas, maíz frito, palomitas o cacahuetes): 4,2 %
- Refrescos con azúcar: 3,5 %
- Pizzas, patatas fritas, hamburguesas, salchichas o empanadas: 3,0 %
? El consumo de frutas y verduras es insuficiente
Todas las personas, incluyendo a los menores, deberían comer vegetales a diario, y varias veces en el día. De hecho, el lema de “5 al día” es un mínimo, no un máximo. El estudio detecta que el consumo de estos alimentos es mejorable en todos los grupos, pero que “la situación es más preocupante entre los niños con obesidad”. Este es el porcentaje de escolares que toman fruta fresca o verdura más de cuatro veces a la semana, en función de su situación ponderal:
Imagen: Estudio Aladino 2019 (AESAN)
En este sentido, cabe recordar que el zumo de fruta no equivale a la fruta fresca. Los zumos de fruta, incluso los caseros, contienen importantes cantidades de azúcares libres.
? Casi el 80 % de los escolares necesita mejorar la dieta
Para profundizar en el conocimiento de los hábitos alimentarios de los escolares, se ha analizado también la adherencia de la infancia a la dieta mediterránea. Este estudio (índice KidMed) desvela que el 76,2 % de los niños necesita mejorar su alimentación.
Imagen: Estudio Aladino 2019 (AESAN)
Otro dato relevante es que la adherencia a la dieta mediterránea cambia en función del nivel de estudios de los progenitores y de los ingresos anuales del hogar. “El porcentaje de los niños y niñas que toman aceite de oliva en casa, una fruta o una segunda pieza, verdura fresca o cocinada todos los días, que toman legumbre y pescado habitualmente es mayor en familias cuyos progenitores tienen estudios universitarios y también en familias con ingresos de más de 30.000 euros. Mientras que el porcentaje de escolares que acude una vez o más a la semana a un centro de comida rápida (fast food), que no desayuna o que toma golosinas varias veces al día es mayor en familias cuyo nivel de estudios es más bajo o con ingresos menores de 18.000 euros”, señala el documento.
? Otros factores que inciden en la obesidad infantil
Además de la alimentación, hay otros factores relacionados con la obesidad infantil, como los hábitos de sueño o el poder adquisitivo de las familias. Estas son algunas relaciones que plantea el estudio:
- Los escolares con obesidad tienen estilos de vida más sedentarios.
- Los escolares con exceso de peso dedican menos tiempo a dormir, tanto los días laborables como los fines de semana.
- El porcentaje de niños con obesidad y con obesidad central es mayor entre las familias donde las madres y los padres tienen estudios primarios y secundarios.
- El padecimiento de sobrepeso y obesidad se asocia al nivel socioeconómico familiar: la prevalencia de la obesidad infantil disminuye al aumentar los ingresos familiares.