“En una sociedad democrática, los ciudadanos necesitan tener unos conocimientos básicos de las cuestiones científicas, de modo que puedan tomar decisiones informadas y no depender únicamente de los expertos”. Podría decirse que esta frase, pronunciada por el físico y divulgador científico Stephen Hawking al recibir el premio Príncipe de Asturias (en 1989), fue premonitoria. Hoy en día, gran parte de la población recurre a Internet para aumentar sus conocimientos sobre la estrecha relación que existe entre alimentación y salud, con el objetivo de poder tomar “decisiones informadas”. De entre la información de los alimentos resulta crucial conocer su composición nutricional, que detallan las llamadas “Tablas de composición de alimentos“. El presente texto explica por qué es importante conocer la composición de los alimentos y brinda cinco herramientas para poder hacerlo desde casa.
Composición de los alimentos, ¿por qué es importante conocerla?
Conocer la composición nutricional de los alimentos es uno de los puntos clave para el desempeño de la profesión de cualquier dietista-nutricionista. No obstante, la población general demanda con frecuencia herramientas on-line para saber por sí misma la cantidad de nutrientes que contienen determinados alimentos, ya sea para realizar comparaciones o por simple curiosidad. Los dietistas-nutricionistas, en general, utilizan la composición de los alimentos para averiguar si la alimentación de sus pacientes cubre las llamadas «Ingestas Dietéticas de Referencia» conocidas por sus siglas: IDR.
Las IDR referidas a población española en cuanto a vitaminas y minerales pueden consultarse en este enlace que recoge la página web del Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (GREP-AEDN). A la hora de valorar los datos de las IDR hay que tener en cuenta, tal y como refleja el libro ‘Ingestas dietéticas de referencia para la población española’ (avalado por la FESNAD), dos aspectos importantes:
- Las IDR se expresan en cantidad de nutriente a ingerir por persona y por día, pero ello no quiere decir que sea imprescindible ingerir la cantidad de la IDR todos los días, sino que debe interpretarse como una media sobre un conjunto de 5-10 días.
- Las ingestas inferiores a las IDR para un nutriente no tienen por qué ser inadecuadas: solo puede decirse que hay riesgo de inadecuación y que el riesgo aumentará según la ingesta se aleje de las IDR. Es decir, se habla en términos de «probabilidad de deficiencia».
En ocasiones, lo que no tiene nuestra alimentación es más importante que lo que tiene
Como se puede observar, y en línea con lo detallado en este artículo de EROSKI CONSUMER, pese a que conocer el contenido nutricional de los alimentos es muy útil, se debe saber valorar con cierta cautela. En ocasiones, lo que no tiene nuestra alimentación es más importante que lo que tiene. A continuación, en cualquier caso, se ofrecen cinco interesantes recursos on-line para consultar la composición detallada de los muchos alimentos que forman parte de nuestra dieta. Varias de las herramientas están en inglés u otros idiomas, aunque un buen traductor soluciona el problema de forma rápida.
Cómo se componen los alimentos: cinco herramientas para tener a mano
Base de datos BEDCA. La Base de Datos Española de Composición de Alimentos (BEDCA), que se puede consultar en este enlace (pestaña «Consulta»), fue presentada en 2010 por el Ministerio de Sanidad. Esta base de datos recibe ayudas del Ministerio de Ciencia e Innovación y está financiada y coordinada por la AESAN. Los valores de composición de alimentos recogidos en ella han sido obtenidos de distintas fuentes (laboratorios, industria alimentaria, publicaciones científicas o calculados). Está construida con los estándares europeos desarrollados por la Red de Excelencia Europea EuroFIR.
El Proyecto EuroFIR. El European Food Information Resource (EuroFIR, Recurso Europeo de Información de los Alimentos) es una asociación sin ánimo de lucro que desarrolla, gestiona y publica los datos de composición de alimentos de Europa. Ha dado lugar a diversas investigaciones científicas. Pese a que el acceso a los datos de EuroFIR es de pago, su página web ofrece un interesantísimo listado de bases de datos nacionales (Austria, Canadá, Francia, Israel, etc.) de composición de alimentos, muchas de ellas de acceso libre, tal y como se puede comprobar aquí.
Tablas de composición de alimentos de Europa. Además de EuroFIR, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), en el marco de la Red Internacional de Sistemas de Datos de Alimentos (INFOODS) también ofrece un listado de bases de datos de composición de alimentos europeos en este vínculo. La información está clasificada por países y existen varias tablas por Estado. España es el país con más bases de datos (seis), seguido por Dinamarca (cuatro), Noruega y Francia (tres).
Tabla de composición de alimentos de América Latina. Esta tabla, que se puede consultar en este enlace, ofrece información actualizada y documentada de alimentos en América Latina. La base de datos recibe el apoyo de la FAO y de la UNU (Universidad de Naciones Unidas). Permite buscar alimentos concretos (de los cuales indica los lugares de consumo) y, también, hacer búsquedas por países y por grupos de alimentos. La página web, para mayor transparencia, presenta a las instituciones y personas responsables de la compilación de los datos.
Base de datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. Es una base de datos que detalla de forma precisa el contenido nutricional de más de 8.000 productos alimenticios. Esta herramienta, que se actualiza cada año, es una de las más referenciadas en el ámbito científico. La última actualización (septiembre de 2012) se puede consultar aquí.