Se acerca el verano y, con él, llegan las frutas frescas con hueso, las llamadas drupas. De ellas hay cinco que son muy apreciadas y características de esa época: ciruela, melocotón, albaricoque, cereza y nectarina. La mayoría de las personas asocian este tipo de frutas a los postres, pero los interesados en los temas gastronómicos y con inquietud las ven con grandes posibilidades de combinación en otro tipo de recetas saladas como ingredientes de guarnición, rellenos o complementos idóneos. A continuación se explican cinco platos principales que incluyen frutas de verano.
Las drupas o frutas con hueso veraniegas tienen varias características comunes, como su jugosidad, el dulzor de cuando están en su punto justo de maduración y sus llamativos colores. Estas cualidades las convierten en los complementos idóneos para ensaladas, para rellenar pechugas o flamenquines de lomo, como guarnición dentro de recetas como vinagretas templadas o para acompañar un pescado asado (por ejemplo, una dorada la horno con vinagreta de cerezas).
Además, una de las razones por las que se buscan otras posibilidades culinarias más allá de los postres es que, al ser unas frutas tan estacionales, se pasan muy rápido con el calor. La creatividad es fundamental para evitar desperdiciarlas.
1. Albaricoques dentro de medallones de pechuga de pollo y queso
- Primero hay que lavar los albaricoques y trocearlos.
- Después, se saltean en una sartén con unas gotas de aceite de oliva y una pizca de sal. Según se cocinan y se carameliza el exterior, se ve el punto que se desea.
- Con estos albaricoques, una vez templados, se rellenan unas pechugas de pollo con unas láminas de queso:
- Se asa el pollo y, después, se corta en rodajas, de manera que se sirven unos rollitos de pechuga con albaricoques y queso.
- Luego, se mezclan los jugos del salteado de los albaricoques con los del asado de pechuga. Con la salsa rubia resultante se riegan los medallones de pechuga de pollo y albaricoque al servir.
El plato es muy sabroso y fácil de realizar y, además, tiene un toque de frescor.
2. Melocotones en ensalada con trocitos de pan tostado y alioli ligero
- En primer lugar, se deben pelar los melocotones, deshuesarlos, trocearlos y aderezarlos con unas gotitas de aceite de oliva, una pizca de sal y pimienta y, después, agregar unas gotas de vinagre y reservarlos unos 15 minutos dentro del frigorífico.
- Mientras, se prepara una ensalada de tomate con unos costrones de pan tostado y salsa alioli ligera.
- Luego se le añaden los trocitos de melocotones, que le dan un toque muy sofisticado a estas ensaladas.
Los melocotones también contraponen muy bien con una ensalada que lleve trocitos de jamón riojano con pimentón. La combinación de sabores y colores que resulta es exquisita.
3. Ciruelas en brocheta de lomo y pimiento
- Se lavan las ciruelas, se cortan por la mitad y se les saca el hueso.
- Después, se corta el solomillo de cerdo en cubos regulares y se marina con salsa de soja y aceite de oliva. Y, a continuación, se insertan los trozos de solomillo en la brocheta, intercalándolos con trozos de pimiento rojo y las ciruelas cortadas en mitades.
- Las brochetas se deben cocinar sobre una sartén antiadherente, dándoles vueltas para que se hagan de manera uniforme por toda la superficie.
- Y, por último, se acompañan con una salsa de soja y unas gotas de aceite de oliva con sal en escamas. Se sirven al momento.
4. Cerezas en vinagreta con lubina asada a la espalda
Por un lado, se preparan las cerezas quitándoles los huesos, troceándolas por la mitad y macerándolas en aceite de oliva virgen.
Y, por otro, se limpian las lubinas de ración, se les quitan las escamas y se abren a la mitad por el vientre, de forma que queden unidos los dos lomos por la «espalda» del pescado. Se coloca sobre una bandeja de horno y se humedece ligeramente con aceite de oliva. Se echa un poco de sal.
El pescado se debe cocinar en el horno precalentado a 200 ºC durante 15 minutos o hasta que las espinas se separen de la carne de las lubinas con facilidad. Mientras se asa el pescado, se escurre el aceite de las cerezas y se calienta en una sartén a fuego suave con unos dientes de ajo (pelados y cortados en rodajas finas) y un trocito de guindilla seca. En el momento que empiezan a cambiar de color los ajos, se saca la sartén del fuego y se deja templar. Se agregan un poco de zumo de limón (puede ser vinagre de sidra) y las cerezas troceadas maceradas y se liga la salsa vinagreta con movimientos circulares de la sartén.
Una vez asados los lomos de lubina, se sacan del horno y se vierte por encima la vinagreta templada de cerezas con ajos, se espolvorea perejil muy picado y se liga la vinagreta con los jugos del pescado asado.
5. Nectarinas en chutney con rodaja de bonito
- El primer paso es preparar el chutney. En una sartén, se saltea un poco de cebolla cortada en brunoise (cuadraditos pequeños) con las nectarinas peladas y troceadas también en daditos pequeños.
- Cuando se dore el conjunto, se agrega el zumo de medio limón, una cucharada de azúcar, una pizca de pimienta de Cayena y un poco de vinagre.
- Se cocina el chutney de nectarinas a fuego suave durante una hora hasta que adquiera una consistencia de compota o de mermelada agridulce.
- Después, se saltean vuelta y vuelta los medallones de bonito ligeramente aliñados con aceite de oliva y con salsa de soja, dejando el interior semicocinado.
Estos jugosos medallones de bonito se sirven con un par de cucharadas de chutney de nectarinas por encima.