Recetas con ciruelas para aprovecharlas en verano

La ciruela tiene distintas variedades que se adaptan mejor a unas recetas que a otras.

• Las más claras, como las amarillas y las verdes, tienen pieles amargas, así que pueden usar para hacer gelatinas y mermeladas.
• Son idóneas para rellenar con ellas aves y carnes, además de para preparar salsas agridulces de acompañamiento de carnes o salsas tipo chutney.
• También es posible combinar estas variedades con otras frutas más dulces (como las cerezas o los melocotones) y con ellos rellenar unos crepes o acompañar unas tortitas o pancakes.

• Las variedades más dulces, como la ciruela Claudia o las ciruelas moradas, son más indicadas para la elaboración de postres con hojaldres o para mermeladas, pero con cuidado, porque pueden quedar demasiado dulces. Por ello, habrá que disminuir la cantidad de azúcar para hacer la mermelada.
• En su mejor momento, cuando están duras y maduras, se pueden conservar lavándolas, deshuesándolas y congelándolas tal cual.
• Se pueden usar para elaborar tartas, rellenos o confituras.

Al comprarlas, es recomendable escogerlas maduras pero firmes al tacto. Una de las características de frescura, indicativa de que están casi recién recogidas del árbol, es la fina capa blanquecina que las suele recubrir.

En la cocina tradicional, los platos con los que más se utilizan las ciruelas son las recetas con carne de cerdo, tanto en relleno como guarnición. También se usan en recetas con platos de caza, en recetas con carne de vacuno en algún estofado y, por último, en recetas con aves, donde las ciruelas se emplean tanto para rellenar como para elaborar salsas de acompañamiento con un toque cremoso, como salsas de cava o salsas de vino blanco.

• Forra un molde redondo para cuatro personas con la masa de hojaldre bien extendida (también se puede hacer en moldes individuales) y hornea a 200 ºC durante 10 o 12 minutos, para que quede crujiente. No importa si sube un poco el centro.
• Por otro lado, lava y trocea en cuartos las ciruelas, quitándoles el hueso central.
• Colócalas en una bandeja de horno, untadas con aceite de oliva y una pizca de sal y pimienta, y ásalas a 200 ºC durante 15 minutos.
• Una vez asadas y ligeramente templadas, ponlas sobre el hojaldre crujiente, acompañadas con unas láminas de foie micuit, unos trocitos de frutas rojas y hojas de menta fresca.
• Sirve al instante para que no se deshaga el foie y el hojaldre se mantenga crujiente.

• Esta es una ensalada que combina frutas y hortalizas. Lava las hojas de lechugas con agua corriente, córtalas con las manos y colócalas en una fuente de ensalada.
• Pela y trocea una pera conferencia y unas ciruelas claudias (quitándoles el hueso). Saltea ligeramente estas frutas con una gotita de aceite de oliva.
• Agrégalas a la ensalada cuando la vayas a servir. Añade también unas nueces peladas.
• En el último momento, incorpora el aderezo: mezcla 6 cucharadas de aceite de oliva con una cucharada de vinagre balsámico y una cucharada de zumo de limón con una pizca de sal.
• La ensalada se sirve templada con unos trocitos de queso fresco de Burgos por encima.

• Cuece los tagliatelle en agua hirviendo con sal durante ocho minutos. Escúrrelos y resérvalos untados con aceite de oliva hasta el momento de servir.
• Saltea las ciruelas negras sin hueso y 40 g de bacón cortado en tiras en una sartén con 2 cucharadas de margarina.
• A continuación, vierte 200 ml de nata líquida y un vaso del caldo de cocción de los tagliatelle y deja que hierva el conjunto hasta formar una salsa cremosa.
• Calienta la pasta en el momento de servir en una sartén con un poco de aceite y, una vez en los platos de servicio, aderézala con la crema de ciruelas y bacón.

• Pica un diente de ajo y una cebolleta muy finitos y mézclalos con una pizca de sal y aceite de oliva. Unta con esta mezcla la falda de ternera troceada en tiras gruesas.
• Introdúcela en el horno (precalentado a 180 ºC) durante una hora. Moja la carne con un poco de cerveza tras la hora de cocción, agrega unas ciruelas frescas lavadas, cortadas y sin hueso, y asa todo durante 30 minutos más, hasta que la carne esté cocinada, en función de su grosor. De vez en cuando, hay que mojar con los jugos del asado para que no se seque la superficie.
• Por otra parte, se prepara el puré parmentier. Para ello, cuece 100 g de patatas con piel durante 30 minutos.
• Una vez cocidas, pélalas y mézclalas con 50 ml leche y un chorrito de aceite de oliva. Dale un hervor al conjunto y tritura con ayuda de una batidora.
• Después, pon a punto de sal y una pizca de pimienta blanca.
• Sirve los trozos de ternera asada sobre la crema de patata y acompaña el plato con los jugos del asado y las ciruelas asadas.

• En un recipiente amplio, de cristal o acero inoxidable, bate un cuarto de litro de leche entera, 2 cucharadas de azúcar, un vaso pequeño de nata líquida y un par de yemas de huevo.
• Una vez formada la crema, agrega 200 g de ciruelas sin hueso (pueden ser de distintas variedades) hasta conseguir una mezcla homogénea.
• Pasa la mezcla a un recipiente de plástico y congela. Es importante remover de vez en cuando para que no se cristalice mientras toma consistencia de helado (durante 5 horas). Una vez congelado, saca unas bolas de helado y sírvelas en copas anchas con unos barquillos.