Comenzar el día con un buen desayuno es fundamental para evitar la hipoglucemia (descenso de azúcar en sangre), que suele producirse a media mañana, lo que provoca nerviosismo e irritabilidad y reduce significativamente el rendimiento físico e intelectual. Este debe incluir un lácteo, una fruta o su zumo y una ración de farináceos (cereales de desayuno, 5-6 galletas maría, 4 biscotes, 2 rebanadas de pan de molde, etc).