India, con sus 1.000 millones de habitantes, es el segundo país más poblado de la tierra, hasta el punto de que muchas veces se refiere a este país como un subcontinente asiático. Sus más de 3 millones de kilómetros cuadrados (España tiene unos 500.000 Km2), hace que sea necesario viajar varias veces a India si uno pretende conocer, someramente, las particularidades de cada zona, la diversidad de sus gentes, su clima, su cultura, su geografía y sus costumbres gastronómicas.
En algunas ciudades la filosofía vegetariana está tan arraigada y es tan pura, que no encontraremos restaurantes que oferten siquiera platos con huevo
Vamos a hacer un recorrido gastronómico por la India de la ribera del Ganges, desde Delhi, la capital del país hasta Varanasi (antigua Benarés), una de las ciudades sagradas para la mayor parte de la población india que practica el hinduismo. Este itinerario es uno de los más turísticos, ya que incluye la visita a la capital, al Taj Mahal, el mayor y más exquisito mausoleo construido en marmol, en la cercana población de Agra, y varios días para sentir el calor humano y del ambiente, el intenso ruido, los particulares olores y las ceremonias más íntimas al pasear por las calles de Varanasi.
La India a orillas del Ganges
El viajero que llega a India debe saber que en cuanto a comidas se va a encontrar con un estilo marcadamente vegetariano y muy condimentado, en ocasiones exageradamente picante. En algunas ciudades la filosofía vegetariana está tan arraigada y es tan pura, que no encontraremos restaurantes que oferten siquiera platos con huevo. No obstante, la variedad de alimentos, la combinación acertada de especias, y la contundencia de los platos hace que no sea difícil quitar el hambre, y para muchos viajeros, disfrutar de la exquisita comida india.
La comida recibe el nombre del recipiente en el que tradicionalmente se sirve, y que por lo general tiene hendiduras en forma de hueco que se rellena
La mayoría de los restaurantes anuncian que tienen «thali«, una comida barata en la que uno puede servirse hasta quedarse harto. La comida recibe el nombre del recipiente en el que tradicionalmente se sirve, y que por lo general tiene hendiduras en forma de hueco, más o menos grandes, las cuales se llenan con salsas diversas, algunas de ellas muy picantes, verduras crudas y hervidas, chapati o naan (dos tipos distintos de pan, el primero más tostado y el segundo, blandito), arroz, carne o pescado (si no fuera exclusivamente vegetariano), y una especie de cuajada o un dulce como postre. Además, los camareros están atentos para rellenar los huecos a medida que se van acabando.
Platos contundentes que sirven como platos únicos, muy nutritivos, son los tandoori y las dhal. Los primeros son una especialidad de la cocina del norte, y se llaman así en referencia al horno de arcilla (tandoori) en el que se cuece la comida después de ser marinada en una mezcla de especias y yogur conocida como tandoori masala. La mezcla lleva varias especias entre las que no suelen faltar comino, semillas de cilantro, guindilla, jengibre y cúrcuma.
El pollo tandoori es uno de los platos más reconocidos y se encuentra en los menús de la mayoría de los restaurantes. Se llaman dhal a los platos de lentejas guisadas y especiadas, a veces con una presencia similar a una sopa.
Una comida típica para los hindis es el dhal roti (lentejas y pan), una combinación muy nutritiva de alimentos. Dentro de las bebidas dulces y sabrosas, como aperitivo o como postre, son muy populares los lassi (yogur líquido) que se suele batir con trozos de fruta fresca de la estación o con variedad de especias.
Comer en la calle
Las calles se convierten en un festín para los sentidos; mezcla de sabores, olores e imágenes, que se traslada a la atmósfera peculiar de la cocina callejera. El inconveniente, además de la dudosa higiene, es la escasa variedad de platos, que suelen limitarse a una decena, en la mayoría de las ocasiones, y la casi siempre preparación aceitosa. Las fritangas en aceite hirviendo son necesarias si uno quiere probar en la calle samosas o aloo tikkis (empanadas de patata) o las pakoras (verduras fritas), con diferente grado de especias. Los puestos de puris, masa de harina de trigo que al freírla en aceite se convierte en una esfera crujiente que se suele acompañar de verduras estofadas, también se extienden a lo largo de las callejuelas.
Chai, la bebida popular india
El chai (té) es la bebida nacional y la forma que se tiene de consumir té en India. Se toma con leche, mucho azúcar y está especiado con cardamomo. Si uno quiere degustar el auténtico té negro, -India es uno de los mayores productores de té de calidad del mundo-, tendrá que especificarlo, ya que si no le servirán chai.