Tal vez, el lugar donde hemos estado de vacaciones nos pueda servir de inspiración para planificar la nueva temporada de menús de otoño, o cuando menos ofrecer a los amigos una comida típica que nos evoque los agradables momentos disfrutados. Además, lo tenemos fácil ya que en las grandes superficies comerciales, así como en algunas tiendas especializadas se pueden adquirir alimentos, condimentos y especias atípicos de nuestro país, y propios de otras regiones del mundo, que se van abriendo paso y que pueden formar parte de platos típicos de nuestra gastronomía.
Recorrido por Suramérica, algo más que frijoles y arroz
Las influencias de la cocina europea y africana se fusionan en muchas recetas en los países de Suramérica para dar lugar platos autóctonos originales, con una diversidad de sabores, colores y texturas incomparable.
Algo más que frijoles y arroz Comenzar el menú con una sopa es un rasgo característico de la gastronomía suramericana, que aunque no es propio de todos los países, si se puede considerar representativo de muchos de ellos. Entre los ingredientes están el pollo o la gallina, las papas, además de diversas verduras y hortalizas. Y para que resulte más auténtico se sirve por separado, por un lado las verduras y hortalizas, por otro el caldo y finalmente los trozos de carne, de modo que el comensal se elabora su propia sopa con los ingredientes que desee. La carne, de pollo, cerdo o ternera, y de calidad, será la elegida en un menú típico de cualquier país de América Latina. Lo habitual es acompañar los platos de carne o de pescado -asados a la brasa, a la parrilla o fritas-, de variedad de guarniciones vegetales, siendo así una de las pocas formas de consumir verduras y hortalizas, aunque éstas se convierten en imprescindibles para lograr la combinación de sabores. Si uno quiere sorprender con una comida de esta parte del mundo, puede hacer lo propio de allí al presentar en la mesa varios platos a la vez, o también lo que podríamos traducir como un plato combinado en el que no pueden faltar alimentos básicos como los frijoles, el arroz, la carne frita y el plátano frito. Los condimentos, las especias y los colorantes naturales suelen ser protagonistas en muchas recetas, y le dan a un un sencillo plato de carne en un sabor sorprendente. Como aperitivo o acompañamiento del menú, ofreceremos arepas, tortas elaboradas con harina de maíz y cocinadas a la plancha o fritas, que evocarán los puestos ambulantes con los que uno se tropieza por las calles de pueblos y ciudades. Y de postre se puede recuperar el sabor dulce de la fruta fresca de temporada y preparar deliciosos y variados zumos o macedonias de frutas tropicales, cada vez más fáciles de encontrar en las grandes superficies comerciales o en fruterías especializadas. Papaya, mango, guayaba, sandía, bananas, melón y piña son sólo algunos ejemplos de la riqueza de frutas de los países de clima tropical
Países asiáticos, el gusto por lo vegetariano
Viajar por algún país del sudeste asíatico en cuestión de gastronomía es acercarse a lo vegetariano, a las mil formas de combinar las verduras, las hortalizas, las frutas, el arroz y las patatas, siempre consiguiendo sabores sorprendentes.
El sabor de las especias en el plato Si uno quiere recuperar algunos de los sabores y platos del país que visitó, recordará que el menú comienza con aperitivos a base de verduras o de tortas crujientes que suelen ir rellenas de verduras, patatas o queso. Hay que seguir con detalle los pasos de cada receta para conseguir los crujientes aperitivos de tiras de verduras rebozadas, o las empanadillas o las croquetas vegetales.
Muchos de los platos típicos de la India y de países del sudeste asiático (Laos, Camboya, Tailandia, Indonesia…) son una explosiva y a la vez armoniosa combinación de especias, lo que les confiere un sabor y un aroma difíciles de describir. Traerse del país una muestra de especias típicas o comprar la mezcla de especias en una tienda especializada puede hacer más sencilla la elaboración del plato, difícil de conseguir de otra manera, con el fin de poder acercar a los comensales la realidad de los sabores de estos países. El menú continua con un estofado de vegetales (calabacín, calabaza, berenjena, patata, zanahoria, pimientos…) al que se le puede añadir trozos de frutas que le darán el toque dulce (mango y piña), aderezado con una acertada mezcla de especias. Y como acompañamiento perfecto un gran cuenco de arroz basmati, simplemente cocido y salteado con azafrán, y tortas de pan (chapati), que se rellenan con la mezcla de verduras. El arroz y el pan sirven para suavizar la comida especiada, con el fin de no saturar los paladares menos acostumbrados a esta combinación de sabores. El postre a base de yogur líquido, tal cual o aromatizado con canela, cardamomo, té o frutas, se convertirá en el broche de oro para finalizar esta comida asiática, y rememorar la experiencia de aquel viaje inolvidable.
Los sabores del norte de Africa
Los elaborados platos típicos de la gastronomía de los países del norte de África combinan con maestría los sabores dulces y salados, la sutil utilización de las especias y las materias primas de excelente calidad, por lo que conviene seguir fielmente los pasos de la receta para tratar de emular el sabor genuino.
Mil maneras de preparar el cus cús Comenzar el menú con una ensalada es un acierto si se pretende preparar un menú típico de los países del norte de Africa. Las hortalizas propias de la huerta mediterránea forman parte de numerosas recetas de ensaladas. Una opción sencilla puede ser la elaborada con pimientos, tomate, ajo y cebolla finamente picados y aliñados con aceite de oliva, zumo de limón, alcaparras, atún y huevo. Aderezar los platos con especias es singular en la gastronomía de estos países. Así, la ensalada se puede condimentar con alcaparras, alcaravea, comino, tomillo… Como no puede ser de otra manera, el centro de atención del menú es el cus cús, un contundente plato representativo de la cultura gastronómica de esta parte del mundo. La sémola de trigo, acompañada de una buena ración de cordero de calidad guisado, y variedad de vegetales (zanahoria, puerro, garbanzos…), garantiza el éxito del plato, el cual ha de combinar con acierto diversas especias como el cilantro y la canela. El «couscous» se sirve en un recipiente del que comen varias personas, y si se quiere respetar al máximo las formas, el cus cús se ha comer sin cubiertos, con ayuda de la mano derecha.
Postre dulce y té morunoAntes de comenzar la comida, uno tiene que pensar en dejar un hueco para los postres dulces, ya que éstos son exquisitos, aunque a muchas personas les puede resultar incluso empalagosos. La miel y los frutos secos (almendras, pistachos, nueces…), aromatizados con agua de azahar son los ingredientes más comunes. Y para finalizar la comida y facilitar la digestión, una taza de té moruno, té aromatizado con menta y azucarado.