Podemos comprobar si un huevo es fresco o no con sencillos trucos:
– Los huevos frescos se hunden en un vaso de agua. A medida que pasan los días o semanas, se evapora parte del agua del interior a través de los poros de la cáscara. Esto hace que aumente la cámara de aire que hay en su interior. Cuando flotan, es un signo de alteración y mal estado.
– Si al abrir el huevo la clara se dispersa demasiado, esto es un signo de que el huevo no está fresco.
– Cuando se cuece un huevo, la yema debe ocupar la parte central si éste es fresco, mientras que en el viejo, esta se desvía hacia los lados.