Todos los productos analizados en nuestra Guía de compra de gazpachos tienen tres ingredientes en común: tomate, pimiento y ajo. Pero no todos son iguales. Por eso, para elegir las mejores opciones, es importante prestar atención a los siguientes aspectos:
En qué fijarse para elegir un gazpacho
- Hortalizas. Cuanta más cantidad, mejor. Conviene observar la etiqueta para conocer su proporción, si es que se indica, y para saber si contiene agua añadida.
- Aceite. Lo idóneo es que contenga exclusivamente aceite de oliva virgen extra y que su cantidad no sea demasiado elevada (en torno a un 3 % bastaría).
- Sal. Cuanto menos, mejor. En la etiqueta se muestra la cantidad por cada 100 ml, pero normalmente tomamos un vaso (250 ml) en una sola ingesta, así que el consumo de sal puede ser considerable.
- Refrigeración. Los que no la necesitan duran más tiempo y se pueden almacenar a temperatura ambiente, pero tienen peor sabor y aroma.
- Precio. Puede haber importantes diferencias. Conviene valorarlo teniendo en cuenta aspectos como el tratamiento de conservación del gazpacho, la proporción de hortalizas y el tipo y cantidad de aceite.
Comparativa de los principales gazpachos
Para facilitar la elección podemos agrupar los gazpachos en dos grandes bloques: los que se almacenan a temperatura ambiente (Veritas, Molinera y Biosabor) y los que necesitan conservarse a temperaturas de refrigeración, que son el resto de los productos analizados.
Sus principales características se aprecian en las siguientes tablas comparativas.
Entre los primeros, la mejor opción sería Veritas, dado que presenta la mejor relación calidad-precio.
Los productos del segundo grupo, es decir, los que necesitan conservarse en refrigeración, son preferibles a los anteriores, dado que su aroma y su sabor son más parecidos a los del gazpacho recién hecho. Si consideramos el contenido de hortalizas, la cantidad de sal o el etiquetado, la mejor elección sería Eroski Seleqtia, que además presenta la mejor relación calidad-precio.