Ante una hipertensión arterial o una retención de líquidos generalmente se prescriben dietas bajas en sodio. Las personas a las que se indica una dieta hiposódica han de reducir el consumo de sal de mesa así como el de ciertos alimentos ricos en sodio como por ejemplo embutidos, quesos curados, conservas, snacks, precocinados, etc.
El pan sin sal puede resultar para algunas personas algo soso y en ocasiones se ve la necesidad de mejorar su sabor
Otra de las recomendaciones para reducir el aporte de sal es optar por productos bajos en sodio como es el caso del pan sin sal. El pan sin sal puede resultar para algunas personas algo soso y en ocasiones se ve la necesidad de mejorar su sabor. Pero, ¿Cómo se puede conseguir esto?
Combinar con alimentos poco salados
Si el pan sin sal se come junto con alimentos muy salados queda más patente su insipided
Para que el pan sin sal resulte más apetitoso y no se aprecie tanto la ausencia de sodio se recomienda mezclarlo con alimentos frescos, como verduras, hortalizas o legumbres frescas. Si el pan sin sal se come junto con embutidos, precocinados, conservas y todos aquellos productos que contienen abundante cantidad de sal, la ausencia de sodio en el pan será mucho más notable y esto hará que no resulte tan apetecible.
Lo mismo ocurre si a las comidas se les añade abundante sal. De nada sirve consumir muchos productos frescos si a la hora de cocinar se abusa de la sal. En general no es necesario prescindir de la sal al completo sino de usarla en menor cantidad para apreciar menos la diferencia de sodio de unos alimentos a otros.
Añadirle alimentos con sabor intenso
Se puede untar en el pan un aceite virgen, mermelada o miel
El pan sin sal también se puede incluir en desayunos y meriendas y elaborar con él deliciosas tostadas. Para ello, se puede untar en el pan un aceite con mucho sabor como es el aceite de oliva virgen e incluso ajo si éste se tolera bien.
Si en cambio se prefiere algo dulce se puede sustituir el aceite por mermelada o miel. De esta forma el sabor intenso de los alimentos con los que se acompaña el pan sin sal mejoran su sabor.
Preparar deliciosos aperitivos
También se pueden elaborar deliciosos aperitivos como por ejemplo una tostada de pan con queso bajo en sal y verduritas rehogadas o paninis caseros preparados en el horno.
La elaboración de los paninis es muy sencilla y los ingredientes pueden ir al gusto de cada persona. Se pueden añadir verduritas y realzar su sabor con perejil, albahaca, cebollino, comino, pimienta o zumo de limón. Si se desea preparar algo más consistente se pueden elaborar paninis con carnes o incluso pescados. Ambos se pueden combinar con pimienta, pimentón, ajo fresco, ajo y cebolla deshidratados, así como zumo de limón y vinagre.
Emplear condimentos y hierbas aromáticas
Para mejorar el sabor del pan y ocultar la ausencia de sal conviene emplear junto con los alimentos que acompañan al pan diversos condimentos como por ejemplo:
– Ácidos: vinagre y limón. – Áliáceos: ajo, cebolla, cebolleta, cebollino, chalota, puerro, etc. – Hierbas aromáticas: albahaca, hinojo, comino, estragón, laurel, tomillo, orégano, perejil, mejorana. – Especias: pimienta, pimentón o azafrán.
Se ha de elegir en cada caso el condimento que mejor combine con los alimentos que se van a preparar y teniendo en cuenta el gusto de los comensales. Además, tanto el vinagre y el aceite se pueden macerar con hierbas aromáticas y esto puede hacer más sabrosas las comidas.
– Pimienta blanca 100 g, nuez moscada 15 g, clavillo 15 g, canela 15 g, jengibre 15 g, cilandro 15 g, tomillo 15 g, laurel 15 g y albahaca 15 g.
– Pimentón 50 g, pimienta blanca 10 g, nuez moscada 5 g, pimienta negra 5 g, clavillo 2 g, tomillo 5 g, laurel 5 g, cilandro 5 g, canela molida 5 g y hierbabuena 5 g.
La forma de preparación es la siguiente: – Machacar todos los ingredientes bien secos. – Tamizar y conservar en tarros de cristal bien tapados para emplear cuando sea necesario.