El consomé, además de ser un reconfortante entrante, puede emplearse para elaborar caldos y ricas sopas de carme o ave, así como para reforzar salsas de asados y de carnes estofadas o a la plancha.
¿Qué ingredientes se necesitan?
El elemento principal de los consomés es la carne, que se obtiene de piezas de segunda y tercera clase, como el zancarrón o morcillo, la contra, la aguja y la culata. Estas piezas se caracterizan por poseer una carne sustanciosa pero dura.
Los huesos son otro de los ingredientes del consomé, así como las verduras frescas, las hierbas aromáticas y las especias, que se emplean como ingredientes de condimentación. El elemento de mojado puede ser el agua a la que si se desea, se le puede añadir un poco de vino blanco y sal.
Pasos a seguir
En primer lugar, se mezcla la carne bien limpia y troceada junto con los elementos de condimentación que también han de estar debidamente troceados y limpios. A continuación se añade el elemento de mojado, se pone al fuego, se tapa y se lleva a ebullición. En este momento se debe comenzar a desespumar, es decir, con una espumadera y un cazo con agua, retirar la espuma que se forma en la superficie para eliminar las impurezas. Si se observa que continúa habiendo impurezas, conviene añadir agua fría y recuperar de nuevo la ebullición para que éstas sigan saliendo y poder retirarlas. Una vez que se ha desespumado, se baja el fuego y se mantiene una ebullición suave y constante para que el consomé no se enturbie. Si la carne empleada es de ternera, buey o vaca, la ebullición se deberá mentener durante cuatro horas. Para finalizar, se eliminan los huesos y las verduras y se pasa el caldo por un colador. Para poder colarlo lo mejor posible, conviene utilizar una tela estameña o un paño de cocina fino junto con un colador para eliminar todas las partículas. A continuación, se pone el consomé a punto de sal y se toma en el momento o se deja enfriar en el frigorífico para su posterior utilización.