La carne del conejo es muy saludable y admite infinidad de preparaciones culinarias como plato principal: puede asarse en la barbacoa, cocinarse en salsa en un guisado u hornearse con patatas y especias. También es posible incluirla como acompañamiento en una paella o en un salteado de pasta. Asimismo, se pueden elaborar patés y pasteles, utilizando tanto su carne como su hígado. Pero este artículo deja a un lado las recetas más tradicionales con conejo y propone otras tres, deliciosas y muy fáciles de hacer en casa.
El conejo al ajillo es la receta más popular: ajo y perejil picado, un chorrito de aceite de oliva, vino blanco, sal… ¡Riquísimo! Y hay muchas otras, porque cuanto más adulto es el ejemplar, más cantidad de elaboraciones se pueden realizar, como marinar la carne para preparar un guiso de cocción lenta, con fundamento.
Sin embargo, al margen de las recetas clásicas, a continuación te proponemos tres formas diferentes de hacer el conejo que resultarán deliciosas tanto para adultos como para niños.
Hamburguesas de conejo, las favoritas de toda la familia
Si hay una elaboración que triunfa en casa son las hamburguesas caseras. Dejando a un lado la mala fama que tienen las de los establecimientos de comida rápida, esta es una receta que, si se hace en casa y con ingredientes de calidad, aporta una gran cantidad de nutrientes sanos a la dieta. En este caso, habrá que pedir en la carnicería que deshuesen el conejo y lo pasen por la picadora, de manera que se obtenga carne de calidad.
Cómo se hacen
- Primero, pela un diente de ajo y pícalo en láminas finas junto con unas hojas de perejil. Por otro lado, remoja una gran miga de pan en leche para que se forme una masa cremosa.
- Después, mezcla la carne de conejo picada y un trocito de panceta también picada en la máquina, con el diente de ajo, el perejil y la masa de leche y pan. Remueve y pon a punto de sal y pimienta. Por último, reparte la mezcla en ocho partes y forma las mini hamburguesas.
- Acompañaremos estas hamburguesas con manzana y cebolla. Para ello, pela las manzanas y córtalas en trocitos regulares. Corta también la cebolla en tiras.
- Saltea la cebolla con un par de cucharadas de aceite de oliva en una sartén antiadherente y, cuando comiencen a dorarse, agrega la manzana troceada. Dale al conjunto un toque de sal y una pizca de azúcar deja que se cocinen a fuego suave durante 10 minutos.
- Las hamburguesas hay que hacerlas en una superficie antiadherente, bien en una sartén o una plancha de cocina, con unas gotas de aceite. La cocción se hace a fuego medio durante unos tres minutos por cada lado.
- Mientras, abre los panecillos de hamburguesas y tuesta la parte interna con un toque de calor en la plancha o sartén. Por último, coloca la hamburguesa y, sobre ella, el salteado de manzana y cebolla, más unas hojas de mezclum de rúcula ligeramente aliñada.
Muslitos de conejo a la barbacoa
Una forma muy divertida y sana de comer muslitos de conejo es versionando la clásica receta de alitas de pollo a la barbacoa. Si no tenemos mucho tiempo, podemos comprar la salsa hecha, pero si queremos que quede insuperable, lo mejor es preparar una salsa barbacoa casera. De ese modo, se le podrá dar el toque que más nos guste: picante, dulce o ahumado. La carne de conejo va genial con esta salsa tan resultona.
Cómo se hace
- Primero, la salsa. En un bol, y con ayuda de una batidora, hay que triturar un par de dientes de ajo pelados y mezclarlos con dos o tres cucharadas de miel, una cucharada de mostaza de calidad, una cucharadita de pimentón, dos cucharadas de aceite de oliva, medio vaso de cerveza y una pizca de sal ahumada.
- Embadurna las patitas de conejo con esta mezcla e introdúcelas en el frigorífico durante una hora.
- Una vez marinado, precalienta el horno a 200 ºC y mete las patitas de conejo con la propia salsa, pero retirando un poco de ella para que no esté demasiado presente en el plato.
- Cuando la carne se dore por un lado, en unos 10 minutos, dale la vuelta para que se cocine el conejo por todas partes.
- Agrega otro medio vaso de cerveza doble malta y deja que se siga asando otros 20 o 30 minutos, según el horno y la cantidad de conejo.
- Una vez cocinado, recupera los jugos del asado y lígalos con un poquito de maicena para que quede una salsa ligera y cremosa, una salsa barbacoa que acompañará a los muslitos asados con toques aromáticos muy personales.
Canelones con carne de conejo guisado
Las recetas para aprovechar la comida que sobra en casa son fundamentales para evitar desperdiciarla. Una de las maneras más útiles de hacerlo es preparar rellenos con lo que ha quedado sin comer. Este plato es perfecto para cuando hay un guiso de conejo en el que ha sobrado alguna pieza: unos ricos canelones con setas.
Cómo se hacen
- Calienta ligeramente el guiso, agregando un poco más de caldo para que quede ligero. Retira la cazuela del fuego, saca los trozos de conejo a una bandeja y espera a que se templen.
- Después, cuela el caldo y reserva las verduras del guisado por un lado y el caldo del guiso por otro.
- Desmenuza la carne del conejo con las manos, mezclándola con las verduras del guiso y, si quieres, con un poco de queso rallado de calidad y unas setas salteadas. Con esta mezcla se rellenan los tubos de canelones y se colocan en una bandeja de horno.
- Por otra parte, liga el caldo del guiso poniéndolo a hervir durante unos minutos con una pizca de maicena, un par de cucharadas de mantequilla y una onza de chocolate con 65 % de cacao. Una vez ligada la salsa (que tendrá un color espectacular), ponla a punto de sal.
- Calienta los canelones en el horno durante cinco minutos a 200 ºC (puedes gratinarlos con un poco de queso rallado por encima). Se sirven acompañados de la salsa ligada del guiso.