La diabetes se produce como consecuencia de una mala utilización de los azúcares contenidos en los alimentos (hidratos de carbono) debido a la falta de insulina. A causa del déficit de insulina y de la necesidad de su aportación, la diabetes infantil se denomina Diabetes Insulino-dependiente o Diabetes Mellitus tipo I. Cabe decir que existe otro tipo de Diabetes Mellitus, la tipo II, en la que insulina puede ser o no necesaria, pero se presenta preferentemente en las personas adultas.
¿Qué es la insulina y para qué sirve? La insulina es una hormona fabricada por unas células del páncreas, glándula situada en la parte izquierda del abdomen muy cerca del estómago. Nuestro organismo está formado por un conjunto de órganos (corazón, cerebro, riñones, etc.), y cada uno de los órganos tiene una función determinada. De la misma manera que no hay nada en el mundo que vaya sin energía; nuestro organismo, para funcionar, también la necesita. Generalmente, la mitad de los alimentos que comemos contienen hidratos de carbono (azúcares), los cuales, una vez llegan al estómago y al intestino delgado, se transforman por medio de la digestión en glucosa, un hidrato de carbono más sencillo.
Cuando los hidratos de carbono se encuentran en forma de glucosa, pasan a la sangre y es en ese momento en el que actúa la insulina.
La insulina es necesaria para que la glucosa entre en las células y así pueda ser utilizada por el organismo como fuente de energía.
Si les falta la insulina, la glucosa no puede entrar en al célula y esta no funciona bien porque le falta energía.
En la diabetes infantil, el páncreas no fabrica insulina. Por este motivo, la glucosa no entra en las células, y el niño irá enfermando.
Un cuento sobre la insulina, para explicarles a los niños y niñas diabéticos su enfermedad.
Para que los niños y las niñas lo entiendan mejor, se lo podemos explicar con un pequeño cuento. Los protagonistas son: – Una casa (Casa Célula). – La dueña de la casa (la señora Glucosa). – La llave de la puerta de la casa (la insulina). Un día, la señora Glucosa volvía del mercado y al llegar a casa se dio cuenta de que había perdido la llave de su casa, la insulina. Por tanto, no pudo entrar en su casa (Casa Célula). Con el paso del tiempo, Casa Célula se queda abandonada. Se va cayendo la pintura de las paredes, se van muriendo las flores del jardín, y la señora Glucosa se pone triste al verla. Por eso hay que intentar que la señora Glucosa tenga una llave. Como no la encontramos, lo que se hace es procurársela nosotros, le damos nosotros la llave insulina, y de esta forma, la señora Glucosa puede entrar a su casa.
¿Cuál es la solución para la diabetes infantil? La única solución para el tratamiento de la diabetes infantil es la insulina. Esta insulina tan solo se puede administrar mediante una o varias inyecciones diarias.
Todavía no se sabe con exactitud por qué algunos niños y niñas son diabéticas y otras no. Se nace con la predisposición a padecer diabetes, pero se dan también otros factores para que aparezca la enfermedad, tales como, infecciones por virus, alteración de las defensas del organismo, malos hábitos de alimentación, etc.
¿Cómo puedo saber si mi hijo es diabético? Lo primero que puede llamar la atención es que el niño, a pesar de lo bien que come, adelgace. En otras ocasiones, a pesar de que se da con menos frecuencia, el niño pierde gana de comer (anorexia) y también adelgaza. Principales síntomas
1- Las células utilizan la glucosa como fuente de energía. La glucosa se almacena en los músculos y en el hígado y ha de pasar a la sangre para que llegue a las células de todo el organismo. Ante la ausencia de insulina, se acumulan cantidades importantes de glucosa en la sangre.
2- Cuando aumenta la glucosa en la sangre (hiperglucemia), por encima de un determinado nivel, aparece glucosa en la orina. La presencia de glucosa en la orina se denomina glucosuria.
3- Para que la glucosa pueda eliminarse por la orina es necesario que se disuelva en cantidades importantes de agua. Por esta razón el niño diabético orina con frecuencia y en gran cantidad. A este fenómeno se denomina poliúria.
4- Para compensar la pérdida de agua por la orina, el niño diabético siente mucha sed y bebe mucha agua. Este síntoma se conoce con el nombre de polidípsia.
5- Como la glucosa no puede ser utilizada por la falta de insulina, las células reclaman energía y el niño diabético trata de compensarlo aumentando la cantidad de comida. Este aumento de la ingesta de alimentos se denomina polifagia.
6- Como la insulina no facilita el paso de la glucosa a las células, estas no tienen energía suficiente. Por tanto, han de quemar las grasas de reserva del organismo, que sirven de fuente de energía. Las sustancias de desecho del metabolismo de las grasas son los cuerpos cetónicos que se eliminan por la orina (cetonúria) y le provocan un olor acentuado. El niño que no es diabético también puede presentar cetonúria sin no toma suficientes alimentos ricos en hidratos de carbono.
7- A pesar de que el niño diabético come más, las células no tienen energía suficiente y se produce la movilización de sus propias reservas energéticas. Por esta razón, el niño diabético adelgaza y se cansa (astenia).
Todos estos síntomas son los que nos harán sospechar de la existencia de una diabetes. Para confirmarlo es necesario hacer un análisis de la glucosa en la sangre y en la orina. El médico será quien confirme el diagnóstico.
¿Por qué le falla el páncreas al niño diabético? Actualmente, esta pregunta no se puede responder con total exactitud. Se conocen una serie de factores combinados entre sí: – Factor genético: Una predisposición de la persona que hereda la posibilidad de ser diabética. – Factor ambiental: Especialmente, las infecciones producidas por los virus y que lesionan el páncreas. – Factor autoinmune: Una agresividad del propio organismo que lesiona el páncreas.
La causa de la diabetes se está estudiando en muchos centros y es posible que, en un futuro próximo, se pueda dar una respuesta concreta en este sentido.
La alimentación del niño diabético: pautas generales La alimentación será la misma que la de los niños de su misma edad. Sus objetivos son:
– Asegurar un equilibrio nutricional correcto; para mantener el peso y favorecer un crecimiento normal. Para eso, el niño tendrá que recibir a través de la dieta la cantidad de calorías, hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales adecuados a para su edad.
– Evitar tanto la hipoglucemia como la hiperglucemia. La frecuencia de comidas se adaptará al régimen de administración de la insulina.
– Corregir los errores dietéticos familiares: exceso de grasa, deficiencia de fibra, etc.
Los hidratos de carbono de la dieta Los hidratos de carbono son unas sustancias nutritivas que se encuentran en numerosos alimentos, fundamentalmente en los vegetales y se presentan en forma simple o compuesta. También se conocen con el nombre de azúcares, glúcidos o carbohidratos.
Cuando los hidratos de carbono contenidos en los alimentos son utilizados por el organismo proporcionan 4 calorías por gramo. Hidratos de carbono simples o de absorción rápida Estan formados por una o dos moléculas. Por este motivo, una vez ingeridos, se digieren más rápidamente y pasan seguidamente a la sangre. Son: – Glucosa: se encuentra en la fruta madura. – Fructosa: Se encuentra en toda la fruta y es la mayor responsable del sabor dulce de estos alimentos; y también en la miel. – Lactosa: Se encuentra en la leche. – Sacarosa: Se encuentra en el azúcar común obtenido de la caña de azúcar o de la remolacha azucarera. Abunda, por tanto en aquellos productos que llevan azúcar como ingrediente principal (bollería, pastelería, repostería, refrescos dulces…).
Hidratos de carbono complejos Son los que están formados por la unión de muchos hidratos de carbono simples. Para poder pasar a la sangre se transforman previamente en hidratos de carbono simples en el intestino. A consecuencia de estos cambios se absorben más lentamente. Son: – Almidón: Se encuentra en todos los alimentos de origen vegetal (frutas no maduras, verduras, patata, legumbres, cereales como el arroz, trigo…, y derivados de cereales como el pan, la pasta…). – Glucógeno: Se encuentra en el hígado y los músculos de los animales.
Fibra dietética Son hidratos de carbono complejos que no pueden ser digeridos por el organismo, por lo que no serán absorbidos y no aportarán calorías, y al mismo tiempo, retardan la digestión y absorción de los alimentos. Se encuentran en los alimentos de origen vegetal, en mayor o menor cantidad, formando parte de su estructura y cubierta. Es importante que la alimentación sea rica en fibra para que retarde el paso de los azúcares a lsa sangre y eviten la hiperglucemia. Además, la fibra mejora el tránsito intestinal.
Texto traducido y extraido del libro » Què cal saber sobra la diabetis infantil», Departament de Sanitat i Seguretat Social, Generalitat de Catalunya.
Guía práctica Consumer. Salud y Alimentación.