- Durante los primeros 5 o 10 minutos todas las legumbres deben hervirse a fuego rápido y sin tapar para que se destruyan las impurezas y de esa manera la espuma que se produce la podremos eliminar con espumadera y no estará en el caldo de cocción.
- Es recomendable no añadir la sal hasta que las legumbres estén tiernas, lo mejor es añadir la sal al final de la cocción, para que no se despellejen y para que queden tiernas y no se encallen.
- Podemos evitar los gases intestinales si en el caldo de cocción y en su posterior consumo acompañamos las legumbres de abundantes elementos de guarnición de verduras (calabaza, zanahoria) y añadiendo alguna especia que favorezca la digestión como unos granos de anís, clavo, hinojo o pimienta en grano.
- La proporción de agua y las legumbres debe ser de 3 partes de agua por 1 de legumbre.
- El tiempo de cocción variará dependiendo del tipo de legumbre y la olla que se utilice, ya que si se utiliza una olla a presión el tiempo de cocinado se reduce en un tercio.
- Todas las legumbres exceptuando las lentejas y los guisantes secos necesitan remojo desde la noche anterior.
- El tiempo de cocción para la mayoría de las legumbres después del remojo es de 90 a 120 minutos en cazuela normal y de 30 minutos en olla a presión. Las lentejas con la mitad de tiempo están cocidas.
- Los tiempos de cocción se toman desde el momento que comienza a hervir.