Tanto los caldos de carne como los vegetales y los fumets de pescado, que es el nombre que reciben los caldos de pescado, se pueden conservar de una manera muy fácil y cómoda. Este método también es válido para las salsas.
Una vez enfriado el caldo o la salsa, la introduce con ayuda de un embudo en bolsitas que sirven para elaborar cubitos de hielo y posteriormente las mete en el congelador. Una vez congeladas, se pueden conservar en esas bolsitas o sacar los cubitos congelados de caldo o salsa y guardarlos dentro de un recipiente en el congelador. De esta manera cuando necesite reforzar el sabor de alguna sopa, crema o salsa, sólo necesita sacar los cubitos con el sabor deseado, descongelarlo, llevarlo a ebullición y añadirlo a la preparación deseada.