¿Puedo tomar café si estoy embarazada?
Los cambios hormonales en las mujeres embarazadas retardan la metabolización de la cafeína, que, por este motivo, permanece más tiempo en la sangre. Por ello, entidades de referencia como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recomiendan limitar la ingesta de cafeína a 200 mg al día (tres tazas de 30 ml de café expreso), frente a los 400 mg/día del resto de adultos.
Pero no prohíben la cafeína, ya que no incrementa el riesgo de que el feto sufra daños ni de que el parto se adelante. En cuanto al café descafeinado, según la normativa puede conservar una parte mínima de cafeína, pero el contenido final de esta en una taza es escaso (0,6 mg en 30 ml). La recomendación se establece para la cafeína, por lo que si se ingiere a partir de otras fuentes (bebidas de cola, chocolate, té…) hay que tenerlo en cuenta.
¿Por qué las anchoas en lata deben conservarse en la nevera?
A pesar de que se venden en lata, las anchoas (y otros productos de la pesca como los arenques) no son conservas, sino semiconservas. Se procesan mediante salazón, pero no son sometidos a un tratamiento térmico. Su duración es menor que la de las conservas, y en el envase indica que deben mantenerse en frío.
¿Hay alternativas saludables a las galletas para dar a los niños?
Las galletas han sido un alimento omnipresente en el desayuno y la merienda de los niños. Esto se basa en dos ideas erróneas: que la primera comida del día debe incorporar un cereal (esta ingesta, como cualquier otra, será correcta si toman alimentos saludables, independientemente de cuáles sean) y que las galletas son mejores que la bollería. Pero los ingredientes básicos de galletas y bollería son similares: harinas refinadas, grasas de poca calidad y azúcares.
Las versiones aparentemente mejores, como las galletas “integrales”, “sin azúcares añadidos”, “digestive” o con quinoa o espelta, resultan nutricionalmente similares y poco recomendables. Las granolas, las barritas de muesli o de cereales o los mini bizcochos integrales con frutas tampoco son más saludables: la mayoría contiene gran cantidad de azúcares añadidos y grasas de poca calidad (aceites vegetales refinados).
Pero existen buenas opciones alternativas, y prepararlas no supone un esfuerzo extra: bol de avena u otro cereal integral sin azúcar; kéfir con frutos secos; tostada de pan integral con hummus, tomate o queso fresco, o yogur natural sin azúcar con fruta cortada (hay frutas pequeñas congeladas, como arándanos o frambuesas, que están disponibles todo el año).
¿El chocolate negro es bueno para el corazón?
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Entendemos por “chocolate negro” aquel que tiene un contenido elevado en cacao, pero la definición no es clara, puesto que se trata de un nombre comercial y no una categoría legal. Por lo tanto, no es obligatorio que contenga una cantidad mínima de cacao. Esta falta de caracterización permite encontrar en el supermercado una variedad de productos que poseen entre el 45 % y el 99 % de cacao, todos ellos promocionados como “chocolate negro”.
De vez en cuando aparecen estudios que, aparentemente, avalan la teoría de que el chocolate negro puede tener efectos beneficiosos sobre la salud cardiovascular debido a su alto contenido en flavanoles, unos compuestos con actividad antioxidante que podrían actuar como antiinflamatorios, antitrombóticos y vasodilatadores.
Sin embargo, entidades de revisión de la evidencia científica como la internacional PEN Nutrition (práctica basada en la evidencia) o Nutrimedia consideran que la calidad de la investigación disponible es muy baja y que no se ha probado su efecto protector. Esto, añadido a la variabilidad de chocolates disponibles (con cantidades muy distintas en componentes bioactivos), impide que se pueda recomendar como alimento cardiosaludable.
¿Los yogures caducan?
Desde el Real Decreto 271/2014, los fabricantes pueden indicar en los yogures una fecha de caducidad o una de consumo preferente, a partir de los estudios de vida útil que hayan hecho a sus productos. La mayor parte de ellos siguen indicando fecha de caducidad, aunque es legalmente posible y perfectamente válido que indiquen fecha de consumo preferente.
¿Qué hacer ante un alimento con moho?
Cuando encontramos un alimento al que le ha salido moho es práctica habitual quitar la parte deteriorada y comerse el resto que, además, no tiene sabores ni olores anormales. Todo un error: los mohos producen micotoxinas, que pueden contaminar las partes profundas del alimento y producir síntomas gastrointestinales agudos si se consumen en gran cantidad. Al retirar la parte contaminada podemos arrastrar micotoxinas a otras zonas del alimento, y no existe forma de saber cuánto hay que quitar para eliminar el peligro. A fin de evitar riesgos, lo correcto es desechar todo el alimento.
¿Son buenas las algas para la salud?
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Se han incorporado a la dieta como alimento saludable. Sin embargo, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria considera que el consumo de algas constituye un riesgo emergente: pueden contener arsénico y metales pesados, estar contaminadas con norovirus y, además, suponen un aporte elevado de yodo. Por ello, su ingesta debe controlarse en personas con problemas de tiroides.