Las frutas y las verduras son alimentos muy importantes en una dieta saludable, incluso imprescindibles. En general, aportan poca energía y son una buena fuente de fibra, vitaminas, minerales y fitonutrientes. Un consumo elevado de estos alimentos está vinculado a un menor riesgo de enfermedades crónicas, como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. A pesar de la ingente cantidad de información que avala sus beneficios para la salud, y de las múltiples campañas para potenciar su consumo, tanto los datos de suministro basados en información agrícola, como los informes de presupuestos familiares centrados en la compra de frutas y verduras, así como las encuestas alimentarias, revelan que las recomendaciones de consumo no se cumplen.
¿Las patatas se consideran hortalizas? ¿Y los zumos se consideran frutas? Las diferentes definiciones que se establecen en los distintos países europeos sobre qué alimentos pertenecen a frutas y hortalizas suponen una limitación al comparar los datos de consumo globales. Otra dificultad proviene de los diferentes tipos de encuestas para analizar el consumo de alimentos.
Datos europeos sobre consumo de frutas y verduras
El suministro de verduras es menor en los países del norte de Europa que en los del sur
Las hojas de balance alimentario evalúan la cantidad de alimentos disponibles para el consumo interno de un país, mientras que las encuestas de presupuestos familiares recogen datos del consumo en el ámbito familiar e individual a partir de la compra. A pesar de que el gasto familiar y la media del suministro de alimentos, basado en las estadísticas nacionales, pueden utilizarse para estimar el consumo, la mejor herramienta es, sin duda, la encuesta individual.
Según las hojas de balance de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el suministro de verduras (sin incluir patatas y legumbres) en Europa ha aumentado en las últimas cuatro décadas, aunque en los países del norte de Europa el suministro es menor que en el sur. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha recopilado datos de consumo de alimentos en el ámbito nacional, los cuales revelan que el consumo medio de verduras (incluido en este caso legumbres y nueces) es de 220 g al día. En el caso de las frutas, la ingesta es de 166 g.
Consumo de frutas y verduras en España
Los últimos datos de 2011 del Panel de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que evalúa las compras familiares, indica que se consumieron 280 g/persona/día de frutas frescas y 172 g/persona/día de hortalizas. Estas cifras no cubrirían las recomendaciones de consumo de frutas y hortalizas, marcadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 600 g/día y promocionadas en muchos países con el lema «5 raciones al día».
Los datos más fiables, rigurosos y recientes proceden de la Encuesta Nacional de Ingesta Dietética Española, según la cual, solo el 43% y el 38% de la población encuestada consume hortalizas y frutas, respectivamente, a diario. Además, la cantidad media de fruta consumida (210 g/persona/día) se corresponde con menos de tres piezas al día, que es el mínimo recomendado. Tampoco en el caso de las hortalizas, con 189 g al día por persona, se cubren las recomendaciones.
Se entiende por fruta la parte comestible de un vegetal que se desarrolla a partir de la flor y que contiene las semillas en su interior. Las hortalizas son todas las plantas o partes de plantas destinadas a la alimentación y cultivadas en huertas. Estas partes del vegetal destinadas a la alimentación son muy variadas y pasan por:
Las hojas: espinacas, acelgas, lechuga.
Las raíces: zanahoria, rábano, remolacha.
Los tallos: apio, espárrago.
Tubérculos como la patata.
Bulbos: ajo, cebolla.
Frutos: berenjena, tomate, calabaza, calabacín, pepino, pimientos.
Semillas verdes: habas, guisantes o judías verdes.
Flores: alcachofa, coliflor, brécol.
Las hortalizas que son el fruto de la planta, como el tomate, el pepino o la berenjena, podrían considerarse frutas, aunque por motivos culturales, e incluso nutricionales, se incluyen en el grupo de hortalizas. Cuando la parte comestible del vegetal está constituida por sus órganos verdes, ya sean hojas, tallos o flores, se conocen como verduras.