El consumo de proteínas y carbohidratos en fases tempranas de recuperación afecta «positivamente» al rendimiento del ejercicio posterior, según aseguró el doctor Avery Faigenbaum, de la Universidad de New Jersey (Estados Unidos), durante el I Simposio Internacional sobre Nutrición y Actividad Física, organizado por la Cátedra de Nutrición Deportiva de la Universidad Europea de Madrid. En este encuentro se ha debatido también sobre los suplementos alimenticios más utilizados, sus efectos y uso, así como el entrenamiento adecuado de los deportistas más jóvenes y la importancia de la buena alimentación para un mejor rendimiento.
La leche «es una elección nutritiva, sana y efectiva para después del deporte en los atletas más jóvenes», recomendó Faigenbaum. Al referirse a los niños y adolescentes que practican deporte de forma regular, el doctor destacó que «necesitan una adecuada energía para asegurar su crecimiento, desarrollo y maduración». En el caso de deportistas de élite, Eduardo Iglesias, de la Universidad de Oviedo, incidió en la «necesidad» de desarrollar programas de educación nutricional para «»promover hábitos alimenticios saludables que permitan optimizar el rendimiento y que perduren en el tiempo más allá del final de sus carreras deportivas».
El doctor Steven Fleck, catedrático de la Universidad de Colorado, puso el acento sobre los suplementos más utilizados en los deportistas. Su ponencia se centró en la creatina, capaz de incrementar la resistencia muscular sin mostrar «apenas» efectos secundarios. «Existe diversidad de opiniones sobre el momento en el que tomar estos productos para mejorar sus efectos», indicó, al tiempo que matizó que «un uso bien planificado puede ayudar a mejorar el rendimiento atlético».
Ricardo Mora-Rodríguez, de la Universidad de Castilla-La Mancha, abordó la cafeína como «ayuda ergogénica nutricional» y la calificó como «la droga más utilizada en el mundo por su potencial como estimulante del sistema nervioso central». No obstante, subrayó que «aún no está clara la dosis óptima ni la magnitud del efecto en el rendimiento de fuerza y potencia».
Por último, el doctor Fernando Naclerio, de la UEM, concluyó que para «optimizar los efectos de los entrenamientos de fuerza se ha recomendado la ingestión de aminoácidos cuyo incremento y disponibilidad para ser captados por la masa muscular estimula la síntesis proteica y optimiza los procesos de recuperación cuando son ingeridos en las horas previas, durante y hasta una o dos horas posteriores a los entrenamientos».