Existen muchos mitos sobre las salchichas y sus ingredientes que son falsos. Las salchichas son un producto seguro, apto para el consumo y sometido a controles de calidad. Ahora bien, que sea seguro no significa que sea saludable. La presencia excesiva de grasas saturadas y de sal, entre otras razones, convierten a las salchichas en un producto para tomar de manera ocasional. En este artículo te contamos por qué no se aconseja comerlas con frecuencia (sobre todo, en el caso de los niños), cuánto nos gastamos en este alimento y cómo prepararlas en caso de que decidamos hacerlo.
Consumo de salchichas: para contadas ocasiones
La elevada proporción de grasas saturadas y de sal, sumado a otros aspectos, como la ausencia de ingredientes saludables (por ejemplo, hortalizas o verduras), explican la mala puntuación que obtienen estos productos en el sistema Nutri- Score, que en todos los casos analizados en nuestra Guía de Compra es D, salvo en Campofrío pavo, a la que le corresponde una C debido a su bajo contenido en grasas saturadas.
Debemos tener en cuenta, además, que, salvo en las salchichas de mayor calidad comercial (como Schara o Seleqtia), en muchos casos las proteínas que componen estos productos son de bajo valor nutricional porque están constituidas por una proporción importante de colágeno, en lugar de proteína muscular.
De todos modos, no debemos perdernos en matices relacionados con los valores nutricionales. Lo mismo podemos decir para el tipo de animal del que procede la carne, de modo que no deberíamos pensar que una salchicha es más saludable por tener carne de ave en lugar de carne de cerdo. Es decir, deberíamos evaluar el producto en su conjunto.
En cualquiera de estos casos estamos ante un derivado cárnico, lo que significa que no es recomendable. Por eso deberíamos evitar su consumo en la medida de lo posible, tal y como recomiendan organismos como la Organización Mundial de la Salud o la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard. Dicho de otro modo, esto significa que no debería formar parte habitual de nuestra dieta, sino que, en caso de que lo queramos consumir, deberíamos reservarlo para contadas ocasiones.
¿Por qué no se recomiendan las salchichas para los niños?
Tienen un sabor intenso, una textura blanda y agradable, solemos aderezarlas con salsas, como kétchup o mostaza, que las hacen aún más atractivas… En definitiva, son productos fáciles de consumir y suelen gustar mucho a todos los públicos, en especial a los niños. Sin embargo, no son recomendables para este grupo de población.
Se trata de un alimento con importantes proporciones de grasa y sal, y con proteínas que suelen ser de bajo valor nutricional. En definitiva, sería mejor optar por otras fuentes de proteínas más interesantes, como huevos o legumbres. En cualquier caso, si decidimos hacerlo, deberíamos reservarlo para ocasiones muy puntuales.
Es importante tener en cuenta además que, por su forma cilíndrica y por su tamaño, pueden causar atragantamientos, sobre todo en menores de cinco años. Por eso se aconseja que no las consuman y, en cualquier caso, cortar las salchichas de forma longitudinal antes de ofrecérselas para evitar obstrucciones al tragar.
¿Cuánto se gasta una familia en salchichas?
Si cada miembro de una familia de cuatro personas se tomara una ración de salchichas a la semana (120 g), el gasto total al año variará mucho entre las distintas marcas.
Imagen: Eroski Consumer
El precio es importante
En las salchichas cocidas, el precio suele estar directamente relacionado con la calidad comercial del producto. Así, las que están elaboradas con carne y contienen una alta proporción de este ingrediente tienen un mayor precio, como ocurre en Schara (1,02 euros/100 g) o Seleqtia (0,80 euros/100 g), mientras que las más baratas normalmente están elaboradas con carne separada mecánicamente (CSM) y no contienen carne, como en Campofrío Frankfurt (0,43 euros/100 g) y Eroski Frankfurt (0,23 euros/100 g).
Podemos encontrar excepciones, como Campofrío pavo, que está elaborada con carne, pero en una proporción moderada (52 %) y, a pesar de ello, tiene uno de los precios más altos (0,90 euros/100 g). En el sentido opuesto destaca Argal que, a pesar de contener CSM, tiene una cantidad bastante notable de carne (72 %) y un precio moderado (0,56 euros/100 g). En definitiva, en la mayoría de los casos, los mejores productos son los de mayor precio: Schara y Seleqtia.
¿Cómo preparar salchichas con seguridad?
A pesar de lo que mucha gente piensa, estas salchichas no están crudas, sino cocidas, así que en principio se podrían comer en frío, nada más abrir el envase. Sin embargo, lo recomendable es calentarlas o cocinarlas antes de consumirlas, ya sea sumergiéndolas en agua caliente o preparándolas a la plancha, tal y como recomiendan algunas marcas en su envase, como Eroski o Schara.
De este modo, podremos disfrutar mejor sus características (aroma, sabor…). Y, además, eliminamos los riesgos microbiológicos que pueden estar asociados a su consumo, debido a la posibilidad de que se desarrollen bacterias capaces de soportar las bajas temperaturas del frigorífico, como Listeria, sobre todo cuando conservamos los envases una vez abiertos. Dichos riesgos son muy remotos, pero han de ser tenidos en cuenta en la población especialmente sensible, como las personas inmunodeprimidas, las mujeres embarazadas y los ancianos.