La celiaquía, nombre que recibe la patología que sufren las personas intolerantes al gluten, ya afecta en España a unos cuatro millones de personas. El Colegio de Químicos de Madrid ha impulsado el primer Simposio Internacional sobre esta enfermedad, en cuyo marco se acaba de presentar el Proyecto de Ayuda a los Celíacos Españoles (PACE), que aboga por la búsqueda de una estrategia multidisciplinar para su diagnóstico y tratamiento.
Los responsables del proyecto aseguran que se debería de enfocar su solución desde una visión compartida por todos los sectores implicados: salud pública, medicina, ciencia, industria, distribución y asociaciones de celíacos. El Simposio ha abordado los problemas más frecuentes con los que se encuentran los afectados por esta enfermedad, entre ellos, la falta de homogeneización de los criterios diagnósticos entre comunidades autónomas, que provoca que uno de cada siete celíacos desconozca que el verdadero origen de sus problemas de salud se debe a la intolerancia al gluten.
Hasta el momento, el único tratamiento eficaz para esta enfermedad es una dieta estricta sin gluten, aunque estiman que la mitad de los afectados no la siguen de forma estricta voluntaria o involuntariamente, lo que puede desencadenar un tipo de celiaquía grave e irreversible. Por ello, desde la Asociación de Fabricantes de Aditivos y Complementos Alimentarios (AFCA) abogan por la fabricación de alimentos sin gluten nutritivos, con texturas atractivas y precios asequibles. «La industria necesita los conocimientos científicos para encontrar el camino y que este sea económicamente rentable», explica Juan José Álvarez Millán, presidente de AFCA.
Los expertos de PACE instan a la industria de la distribución a que apuesten por la accesibilidad de los alimentos sin gluten. Consideran que toda la población debería de poder adquirir este tipo de productos de forma fácil y que estos productos deberían de ser tan variados como el resto de alimentos con gluten.
En la actualidad, casi el 1% de la población mundial está diagnosticado de celiaquía y se ha convertido en la intolerancia alimentaria más frecuente en Occidente. Sus síntomas son confusos y pueden manifestarse en forma de patologías tan diferenciadas como anemia, osteoporosis, dermatitis, infertilidad o problemas neuronales. «Hay muchos órganos que pueden ser diana de la respuesta inmune frente al gluten. De hecho, la mitad de los pacientes intolerantes no presentan síntomas digestivos», explica Eduardo Arranz, presidente de la Sociedad Española de la Enfermedad Celíaca (SEEC).