Cuanto más pequeñas sean las cebollas más coquetas quedarán las flores.
La técnica es muy sencilla, consiste en realizar unos cortes a intervalos regulares por todo el contorno de la cebolla clavando la puntilla del cuchillo pero procurando no cortar la raíz para que la cebolla no se desmonte. Una vez cortada se puede conservar en el frigorífico, dentro de un vaso o en un recipiente con agua.
Para terminar de imitar a una flor en el momento de colocar en la bandejas, debajo de la cebolla colocaremos unas hojas de laurel, de esta manera imitará los pistilos y las hojas de un crisantemo.
Cuidado con el cuchillo, debe estar muy bien afilado.