El desayuno, se dice, es la comida más importante del día. Y eso no es del todo cierto, ya que todas las ingestas son importantes. Pero si lo fuera, se estaría haciendo oídos sordos a tal afirmación, dado que cada día miles de niños empiezan su jornada escolar con una mochila innecesaria de azúcar a sus espaldas. En el artículo de hoy se repasan distintas opciones para regresar al colegio de una forma saludable con desayunos diferentes a los convencionales.
Antes de comenzar a proponer alternativas saludables al desayuno, habría que analizar en primer lugar qué mitos existen sobre esta ingesta. En nuestro imaginario parece que el desayuno tiene que ser una comida estable. De hecho, muchas personas desayunan todos los días igual. Y esto no tiene por qué ser así. Tampoco tiene que haber necesariamente ciertos grupos alimentarios que se han hecho «protagonistas» de las mañanas, como los dulces o la bollería.
¡Claro que los más pequeños necesitan energía! Pero eso no significa que tenga que ser a base de azúcar. A continuación tiene nuestra propuesta para un desayuno diferente y más saludable:
1. El bol no es solo para leche y cereales
Estamos acostumbrados a que el tazón sea solo para estos productos. Sin embargo, este recipiente ofrece muchas más posibilidades. Da mucho juego para poner un yogur, añadirle fruta cortada, frutos secos o una macedonia casera. Añada a ese cuenco alimentos que sean saludables, y no siempre productos azucarados.
2. Deje de lado los zumos
Los zumos han dejado de ser un aliado para el desayuno y se han convertido en una de las fuentes de azúcar libre más desconocida y que más sorprende a las familias. Aunque los zumos no tengan azúcar añadido, se les ha desprovisto de la pulpa que contenía la fruta, de manera que tomarlos no es equiparable a consumir una pieza de fruta. Intente priorizar la fruta entera fresca o en el bol, tal y como se ha propuesto en el punto anterior. Y si en casa se quiere «beber» fruta, la mejor opción sería hacer un batido de fruta (no un licuado); aunque no sea tan sano como masticar fruta, al menos se está conservando toda la fibra que hay en la fruta.
3. Los huevos, un gran aliado
Es una manera de hacer un desayuno diferente, caliente, completo y saludable. Unos huevos revueltos son una forma perfecta de empezar el día. Y si se quiere ahorrar tener que cocinar esa misma mañana, también se puede tener ya preparada en el frigorífico una tortilla que por la mañana se pueda acompañar con tomate triturado o verdura asada.
4. ¿Galletas? Mejor caseras
Las galletas o cereales de desayuno que hay en los mercados rara vez son saludables. Si se quiere comer de manera ocasional algo dulce, en casa se puede hacer una hornada de galletas sanas. Para ello se usará avena en lugar de harina, además de añadir fruta triturada para que sustituya al azúcar. Aquí tiene una receta de unas galletas saludables y ricas.
5. Tostadas sí, pero de verdad
El pan puede ser un primer sustituto de esas harinas refinadas y azucaradas que constituyen el desayuno con dulces o bollería, pero no es nada fácil encontrar uno que merezca la pena. Por eso mismo ya preparamos en su día una guía para encontrar pan integral de verdad. Una tostada integral es el paso más sencillo para empezar a cambiar el desayuno familiar; luego solo hay que continuar por ese camino.
6. Que el tiempo no sea una excusa, ¡anticípese!
Uno de los pretextos más frecuentes que se plantean para no desayunar saludable es el «no tengo tiempo». Pero se puede utilizar en beneficio propio el tiempo de la noche para que algunas preparaciones que requieren más dedicación «se hagan». Es el caso de los púdines de chía o los porridge de avena, que se pueden hacer dejando los copos sumergidos en leche o en una bebida vegetal toda la noche. De esa manera uno se ahorra tener que calentar la olla por las mañanas. Si además se añaden trozos de fruta, estarán aún más buenos.
Otra posibilidad es dejar elaborados los batidos de fruta la noche anterior; si además se incluye un cítrico como naranja, mandarina o limón, se garantiza que se conserven mejor sus propiedades.