La descongelación de cualquier alimento debe realizarse en la nevera de un día para otro, y no a temperatura ambiente, con el fin de evitar su contaminación. Una vez descongelado el alimento, se ha de calentar hasta que dé un hervor. De esta manera, se asegura que desaparezca cualquier germen patógeno que haya podido contaminar el producto. En caso de que el alimento esté en malas condiciones, al llegar a ebullición desprende un olor característico a ¨picado¨ que indica que no se debe consumir.
Si va a descongelar en el microondas, primero ponga el producto dentro del microondas en su recipiente en el nivel de descongelación, y una vez descongelado llévelo a ebullición para asegurarse de que está en correctas condiciones para ser consumido.