Un estudio del Instituto de Nutrición y Seguridad Alimentaria publicado el pasado sábado asegura que casi un tercio de los niños menores de cinco años sufre malnutrición en las zonas más pobres de China. Según la investigación, realizada entre 23.400 niños de todo el país, más del 29% de los niños en los distritos rurales de las provincias de Guizhou, Yunnan (sur) y Qinghai (oeste) pesan menos de lo que deberían y aumentan de peso a menor velocidad de la normal.
Una investigadora de este instituto, Han Junhua, que atribuye a las escasas vitaminas y proteínas en la alimentación el déficit nutritivo de los pequeños, explicó que el problema «suele aparecer cuando las madres dejan de dar el pecho». Varios bebés murieron el año pasado por malnutrición en una zona muy pobre de Anhui, donde los padres alimentaban a sus hijos con una supuesta fórmula maternizada que tenía poco más que agua con azúcar.
Por el contrario, sólo un 1% de los niños de las zonas urbanas está aquejado por este desorden. Mientras en las ciudades chinas se puede encontrar fácilmente leche, leche en polvo y otros productos esenciales para el desarrollo del bebé, en las zona rurales los padres utilizan malta, zumo de naranja, té e incluso refrescos de cola para alimentarles, informó la agencia estatal Xinhua. Los niños de las zonas rurales chinas son, a menudo, más bajos que los urbanos, quienes sin embargo deben enfrentarse al problema de la obesidad, que ya afecta a uno de cada cinco pequeños en las ciudades chinas.
Aunque el estudio constató que, en general, la nutrición de los ciudadanos chinos mejoró mucho en la última década, el 15% de los menores de dos años en zonas rurales necesitan más vitamina A, mientras el 33% sufre anemia, cifra que se reduce hasta el 25% en las ciudades.