El aceite de mantequilla se obtiene a partir de la mantequilla, y es en realidad la principal grasa de origen lácteo.
Se trata de un producto que presenta un contenido de grasa láctea superior al 99%. Se utiliza fundamentalmente en la industria a gran escala y destaca su empleo como ingrediente en la elaboración de leche condensada, chocolates, helados de crema, galletas, productos de panadería y alimentos infantiles.
Su presencia muchas veces queda olvidada y aunque se conoce que los citados productos tienen un alto valor calórico, se interpreta que éste es debido a otros componentes, cuando en realidad es la grasa láctea lo que les convierte en una ‘bomba’ de calorías.