Un estudio del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba revela que el aceite de oliva virgen extra posee propiedades antiinflamatorias. Este trabajo determina cómo influyen los micronutrientes de algunas grasas sobre las enfermedades cardiovasculares, la diabetes o el cáncer, y si su ingesta puede modificar el proceso inflamatorio en personas sanas.
Especialistas del centro cordobés estudiaron el consumo de dietas con diferente composición grasa, basadas en aceite de oliva virgen extra, nueces y mantequilla. Descubrieron que la ingesta de aceite virgen extra modulaba a la baja los mediadores inflamatorios en personas sanas, mientras que la dieta rica en nueces tenía un efecto intermedio y la rica en mantequilla ejercía un efecto perjudicial sobre los mediadores de la inflamación.
Además, observaron que el aceite reducía la concentración plasmática de otras moléculas que se expresan en las paredes de los vasos sanguíneos y que también favorecen la inflamación. Los investigadores atribuyen este nuevo efecto beneficioso del aceite de oliva a su alta riqueza en micronutrientes.
Para el doctor Francisco Pérez Martínez, uno de los responsables de la investigación, los resultados del estudio confirman una vez más las bondades de la dieta mediterránea, «un modelo de alimentación con abundante contenido en grasa monoinsaturada, procedente del aceite de oliva virgen, capaz de inducir un amplio abanico de efectos biológicos sobre el sistema cardiovascular».