Un reciente estudio enmarcado en el proyecto de Welfare Quality muestra que una gran mayoría de consumidores europeos dice que el bienestar de los animales de granja es importante. La cuestión es relevante para el 69% de los entrevistados en los Países Bajos, el 73% en el Reino Unido, el 75% en Francia y el 83% en Hungría y Suecia. Por su parte, Noruega e Italia puntuaron los más altos, con un 84% y un 87%, respectivamente.
Todo lo relacionado con la producción de aves despierta gran interés entre los consumidores, pero también lo referente a las condiciones de los cerdos. Sin embargo, la gente tiende a ver el trato a las vacas como menos preocupante. Las condiciones de la granja, el transporte y la matanza de los animales también son puntos de interés para los encuestados.
Entre los siete países que participan en el estudio hay diferencias considerables. Así, los encuestados italianos y franceses están bastante preocupados sobre las condiciones de bienestar en sus propios países; los intereses están a menudo asociados con la compra de alimento, y la confianza en los responsables en el sector alimentario es relativamente baja. Por su parte, los húngaros se preocupan por el tema y son también bastante pesimistas sobre las tendencias actuales, pero el bienestar animal es de menor relevancia a la hora de comprar alimentos.
Aunque los holandeses muestran un interés general menor, también tienen preocupación por estos temas. Muchos piensan en las condiciones de bienestar cuando compran huevos y carne de vacuno, mientras que la confianza en los responsables es elevada. Si bien los británicos muestran patrones similares, la confianza en las autoridades, responsables de los mercados y organizaciones es mucho mas baja. Finalmente, los suecos y los noruegos están comprometidos con el tema, confían y no están preocupados.
Por lo que se refiere a los cambios en los últimos diez años, hay un optimismo considerable en la mayor parte de los países. Y es que una gran mayoría de los consumidores piensa que las condiciones de los animales de granja han mejorado, mientras que menos de uno de cada cinco cree que la situación ha empeorado. Este optimismo puede ser una de las muchas razones por las que los investigadores vieron que la proporción de personas que modifican sus hábitos de compra es menor que el porcentaje de aquellas que muestran preocupación por el tema. La proporción de consumidores preocupados por el bienestar animal es mayor que la disponibilidad en el mercado de alimentos producidos de acuerdo con normas de bienestar. Todo esto pone de manifiesto la importancia de un etiquetado correcto de los productos.
Este estudio forma parte del programa de investigación Welfare Quality, subvencionado por la UE. El proyecto tiene como objetivo acomodar intereses sociales y exigencias del mercado, desarrollar sistemas de monitorización en granjas fiables, así como sistemas de información sobre el producto y estrategias prácticas sobre especies concretas para asegurar el bienestar del animal y la calidad en la cadena alimenticia.