El arándano rojo americano puede utilizarse como complemento a la terapia con antibióticos para el tratamiento de la cistitis, según defendió el presidente de la Sociedad Española de Ginecología Fitoterápica (SEGIF), el doctor Javier Haya, durante su intervención en el XIV Curso de Formación del Grupo de Estudio de la Mujer de Madrid (GEMMA).
El doctor Haya recomendó consumir este fruto como complemento a la terapia con antibióticos para la salud del tracto urinario. Para ello, se refirió a diversos estudios que demuestran su utilidad en la prevención de las infecciones urinarias y su eficacia frente a cepas resistentes de bacterias.
Haya explicó que este fruto contendría unas sustancias denominadas proantocianidinas (PAC’s), cuya acción esencial se concreta en la creación de una fina capa sobre las paredes de los tejidos, lo que impide a ciertas bacterias adherirse a ellos. «Si las bacterias no pueden adherirse al tejido celular, la infección no se produce», apuntó a este respecto.
«Este efecto antiadhesión está demostrado no sólo para gérmenes que afectan al tracto urinario, sino también para otros patógenos de las paredes del estómago y al esmalte dental», añadió. Ello ayuda a prevenir la producción de ciertas úlceras gástricas y las caries dentales, afirmó el doctor.
Las infecciones urinarias son motivo de consulta muy frecuente en Atención Primaria, hasta convertirse en la infección más común tras la respiratoria. Por este motivo, Haya aconsejó su prevención a través del consumo de 36 g de proantocianidinas de arándanos rojos durante 30 días, una vez cada trimestre.