El Panel de Consumo Alimentario y del Observatorio del Consumo y la Distribución Alimentaria refleja que el gasto en alimentación en diciembre suele ser un 30% mayor que el realizado durante el resto del año. Ello se debe a que los consumidores tienden a comprar productos de mayor precio y considerados de mejor calidad por la Navidad. Además, cinco de cada diez consumidores tienden a realizar las compras navideñas de productos frescos con una antelación de dos o tres semanas, con el fin de congelarlos para consumir los días festivos.
El estudio indica que el consumo de sidra, cava y espumosos durante el mes de diciembre se multiplica por siete respecto a la media mensual del resto del año. Los productos que también crecen en las fiesta navideñas son los turrones y dulces, con un consumo de medio kilo por persona, lo que representa un consumo 16 veces mayor que en el resto del año.
Con un consumo medio de 450 g por persona en diciembre, la carne de ovino y caprino también aumenta más del doble en comparación con la media mensual (200 g por persona al mes), mientras que el pavo, el vino de denominación de origen, los mariscos, los frutos secos y las bebidas espirituosas aumentan su ingesta el doble que el resto del año. Por su parte, el consumo de carnes transformadas y de frutas en conserva o escarchadas crece un 60% respecto a la media mensual. Y la ingesta de carne de cerdo fresca se incrementa un 40%.