El gazpacho, un plato típico de Andalucía cuya fama se ha extendido por todo el mundo, tiene muchas acepciones; para unas personas se trata de una sopa de verduras; para otras se convierte en una bebida refrescante o en una forma sencilla de tomar una ensalada triturada.
Los alimentos imprescindibles
La base del gazpacho es el tomate, y lleva otros alimentos como ajo, pepino, pimiento verde, cebolla, trozos de pan, aceite de oliva y vinagre, además de agua. Se utilizan los ingredientes crudos y cortados en trozos homogéneos y se trituran hasta obtener una crema fina. Algunas recetas sugieren acompañar el gazpacho con parte de los ingredientes cortados en trozos muy pequeños, que se sirven en recipientes aparte o mezclados con la sopa de verduras. En la elaboración del gazpacho, la combinación de los distintos ingredientes y la cantidad de los mismos depende del lugar, la época del año y sobre todo del gusto individual o de las costumbres de cada casa.
La clave del gazpacho es tomarlo fresco, por ello, se ha de conservar en el frigorífico hasta el momento de servirlo o se le añaden cubitos de hielo para enfriarlo. Y se puede disfrutar de su sabor como entremés, acompañamiento o como plato principal.
Variedad de «gazpachos»
El término «gazpacho» se utiliza para denominar numerosas preparaciones gastronómicas; algunas muy similares al gazpacho andaluz y otras muy diferentes a éste en cuanto a tipo de preparación, ingredientes, consistencia, presencia y por supuesto, sabor. El gazpacho extremeño, el murciano, el manchego, el alicantino, la porra antequerana, el salmorejo o el ajoblanco, son algunos ejemplos.
Las virtudes nutritivas
El gazpacho, un plato típico de los menús en verano, es una fuente natural de vitaminas (C,, A y E), sales minerales (potasio, sodio, magnesio), además de fibra y sustancias antioxidantes como el licopeno. Este plato tan sencillo de preparar está indicado en la dieta de cualquier persona, en cualquier época del año, si bien, por su característica refrescante, se consume más en verano. Por su complejo nutritivo y su escasez de calorías se aconseja particularmente como entrante o primer plato en caso de sobrepeso, obesidad, para quienes tienen estrés o quienes requieren un aporte extra de vitaminas y minerales… Cualquier persona se puede beneficiar de sus virtudes nutritivas, y para niños y ancianos, se convierte en una sabrosa manera de hidratarse.