Descripción: Se trata del tubérculo de una planta rastrera africana, de apenas metro y medio de largo. Sus hojas son duras, carnosas y sus flores de color púrpura. Sus frutos son duros y espinosos.
Recolección y conservación: Sólo se cosecha su enorme tubérculo que es de color ocre. Una vez desecado, se tritura en pequeños fragmentos. Al triturarlo, emana un penetrante aroma amargo.
Principios activos: Sustancias amargas (glucósidos -harpagósido, harpágido, procúmbido-), harpagoquinona, sustancias fenólicas, fitosteroles y azúcares. Propiedades: Es antiinflamatorio, analgésico, antiespasmódico, estimulante digestivo y colagogo (estimula la excreción de bilis de la vesícula biliar).
Indicaciones: Está indicado en las siguientes situaciones: artritis, reumatismos, traumatismos, artrosis, dolores musculares y de espalda, inapetencia, disfunciones del hígado y la vesícula biliar, espasmos gastrointestinales, gota y problemas prostáticos. Precauciones: En caso de úlcera, problemas intestinales (colon irritable, enfermedad inflamatoria intestinal) y obstrucción de las vías biliares su consumo está desaconsejado. Asimismo se recomienda evitar su empleo durante el embarazo y la lactancia y no debe suministrarse a niños menores de dos años. Efectos Secundarios: Pueden aparecer molestias digestivas (nauseas y vómitos) y diarrea; en algunos casos puede aparecer un ligero efecto laxante al iniciar el tratamiento que suele remitir espontaneamente. La sobredosificación puede producir trastornos hepáticos.
Plantas con las que combina: Viburno, sauce blanco, caléndula, cola de caballo, apio, ulmaria, rabo de gato, calaguala, jengibre, anís, limón, pasiflora, avena y kava-kava. Formas de presentación: Se puede tomar en infusión, cocimiento, tintura, en comprimidos, polvo y como extracto fluido, siempre bajo la prescripción de un profesional sanitario cualificado.