España es uno de los mayores consumidores de pescado de piscifactoría de la Unión Europea (UE), una industria que ha registrado un crecimiento constante en los últimos años. «El 95% de las doradas, lubinas y truchas que consumimos son de cultivo», afirmó ayer Juan Antonio Trespalacios, catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados en la Universidad de Oviedo.
Las causas del auge de la acuicultura se deben a que «la pesca de captura no es capaz de absorber toda la demanda mundial y a la extinción de caladeros de pesca extractiva», según declaró Trespalacios en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander. La percepción del pescado como un componente esencial para una dieta saludable es otra de las causas que explican el aumento de su consumo.
La acuicultura «crece un 10% anual en todo el mundo» y se calcula que en 2015 la mitad del consumo mundial de pescado corresponderá a este tipo de pesca. Mientras que «en Europa un 30% del consumo de pescado corresponde al procedente de piscifactorías», en EE.UU. esta cifra se eleva a un 50%, añadió el catedrático de Oviedo.
Actualmente se están incorporando nuevas especies, tanto de peces como de moluscos, a la acuicultura y la conchicultura, respectivamente. Pescados como el lenguado y el pulpo «son muy eficientes porque pueden engordar hasta un kilo al mes», por lo que se está investigando la posibilidad de introducirlos en el sector, comentó Alejandro Guerra, director del Centro de Investigaciones Marinas (CIMA). Entre los moluscos, el mejillón ha sido siempre el referente en la conchicultura, «pero ahora se están introduciendo otras especies como las navajas, muy importantes a nivel mundial». Según precisó el director del CIMA, «alrededor del 87% de los moluscos que se consumen en España son de cultivo».
Sano y saludable
Un inconveniente es la percepción del consumidor, «que suele tener peor imagen del pescado de cultivo» que del que procede de la pesca de captura, dijo Trespalacios. Para el catedrático, esa opinión carece de fundamento. «El pescado acuícola es 100% sano y saludable, y pasa por fuertes controles de calidad. Sería necesaria una mayor comunicación con el consumidor para evitar esas ideas negativas», concluyó el experto.