Las estadísticas mexicanas muestran una clara tendencia de su población a desarrollar problemas tanto de desnutrición como de sobrepeso y obesidad, ambas consideradas situaciones extremas en relación con el peso. Ante esta situación, expertos dedicados a la promoción de la salud se reunieron para discutir y consensuar diversos temas en materia de alimentación. A raíz de esto se publicaron las Guías Alimentarias para la población mexicana. En su elaboración, y para adaptarlas bien a esta población, se tuvieron en cuenta diversos factores como la disponibilidad de los alimentos, las costumbres y las tradiciones del país.
La representación gráfica de las Guías Alimentarias de México es el llamado «plato del bien comer», y su formato se asemeja mucho a la Rueda de los Alimentos española y portuguesa. Esta guía se creó tanto para fomentar una alimentación saludable entre la población mexicana como para servir de herramienta educativa.
Combinación de alimentos, la clave
El «plato del bien comer» propone un consumo equitativo de tres grupos de alimentos (divididos a su vez en subgrupos) de composición más o menos semejante: las frutas y verduras, los cereales y tubérculos y, por último, las leguminosas y los alimentos de origen animal. Cada uno de estos grupos reúne alimentos equivalentes, lo que significa que se pueden intercambiar entre sí sin que se altere notablemente el aporte nutritivo.
- Frutas y verduras: alimentos ricos en vitaminas y mineralesEste grupo se clasifica en dos subgrupos, por un lado las frutas y por otro las verduras. En ambos se incluyen alimentos de consumo habitual en México. Por ejemplo, algunas de las frutas que se pueden encontrar son la guayaba, la papaya, el pomelo y el mango. Entre las verduras se incluye el quelites, la flor de calabaza, el chayote y el betabel (muchas de ellas son desconocidas en otros países). Se recomienda consumir estos alimentos crudos siempre que sea posible. En muchos casos, los recursos económicos obligan a la población a consumir únicamente los vegetales propios de la temporada.
La guía mexicana sugiere comer muchas frutas y verduras, suficientes cereales, pocos alimentos de origen animal y combinar cereales y leguminosas
En esta gráfica se muestran también varios mensajes que apoyan a las imágenes del plato. Así pues, esta guía sugiere comer muchas frutas y verduras, suficientes cereales, pocos alimentos de origen animal y combinar cereales y leguminosas. Y es que la mezcla de estos dos vegetales es una recomendación que estas guías plantean para obtener una proteína completa con todos los beneficios que conlleva el consumo de los mismos.
También promueven la presencia de los tres grupos principales en cada comida o en cada plato para asegurar la ingesta de todos los nutrientes necesarios. Además, se aconseja elegir cada día alimentos diferentes para que la variedad de alimentos sea mayor.
En las Guías Alimentarias de México se incluyen una serie de recomendaciones que acompañan a la gráfica:
1. Trata de comer «rico» acompañado de familia y/o amigos y de hacer de la comida un momento agradable. 2. Consume verduras y frutas crudas de temporada. 3. Modera el consumo de grasas (margarina, aceites vegetales y mayonesa entre otros), azúcares (refrescos, miel, mermelada, dulces y azúcar de mesa) y sal. 4. Come de acuerdo con tus necesidades y condiciones, ni más ni menos. 5. Come cantidades moderadas de alimentos de origen animal, prefiere las leguminosas. 6. Combina los cereales (tortillas, pan o pastas) con leguminosas como frijoles, garbanzos, habas o lentejas. 7. Procura elegir cereales integrales como la tortilla de maíz, el pan integral, la avena y el amaranto, en lugar de refinados. 8. Procura consumir dos veces por semana pescado y pollo sin piel, en lugar de carnes rojas. 9. Si consumes huevos, procura que sea con moderación. 10. Evita las bebidas alcohólicas o consúmelas sólo de forma esporádica ya que, entre otros factores, son altas en calorías (7 kcal/g).