El tomate ‘concassé’ es una forma muy sabrosa de cocinar esta hortaliza que se emplea como guarnición o como base de pizzas, bocadillos e incluso en tapas. Es adecuado para acompañar tanto al pescado como a la carne, sea cual sea su forma de elaboración.
Prepararlo paso a paso
En primer lugar hay que hacer una incisión con el cuchillo alrededor de los tomates y sumergirlos en una cazuela con agua hirviendo durante 20 segundos.
A este proceso se le conoce con el nombre de escaldado o blanqueado.
Sirve para acompañar a las carnes y pescados, o como guarnición de pìzza o bocadillos
Una vez pasado ese tiempo se retiran los tomates de la cazuela y se les añade agua fría para evitar que sigan cocinándose y para pelarlos con mayor facilidad.
Cuando ya se han enfriado los tomates y se les ha retirado la piel, se cortan por la mitad y se retiran sus jugos del interior.
De esta forma lo que queda es solo la pulpa que es la parte que interesa emplear para esta elaboración.
Los condimentos son la clave del éxito
Sobre una superficie lisa, se trocea la pulpa de los tomates en cuadraditos y mientras tanto se añade en una sartén un chorrito de aceite de oliva y ajo muy picado.
Cuando el ajo toma color se añade el tomate para que éste vaya cogiendo sabor poco a poco.
En función del gusto de los comensales se va añadiendo azúcar, sal, pimienta y orégano.
Por último, se van salteando a fuego medio para que se cocinen pero sin que quede una consistencia de puré.