¡Para qué negarlo! Los días de Navidad se come más, y productos más calóricos. Con casi toda seguridad en Navidad se ganan de dos a tres kilos. Para evitar frustraciones, más vale ser sensato y realista, y asumir con naturalidad que se ganará peso, o cuando menos se mantendrá en el mismo, en caso de seguir una dieta de adelgazamiento
Recuperar unos kilos
Para quienes no tienen problemas de salud o de exceso de peso, no tiene ningún sentido martirizarse, ya que los kilos que se ganan en estas fechas para finales de enero se pueden perder de una manera sencilla, si uno retoma la normalidad y el equilibrio en su alimentación.En las personas en las que la dieta juega un papel trascendental en la enfermedad que padecen, pues de ella depende la mejora o empeoramiento de los síntomas -hernia de hiato, gastritis, úlceras, estreñimiento- o se alteran parámetros -aumenta el colesterol, la tensión arterial-, sin duda, han de ser más rigurosas con la alimentación, y tener suficiente fuerza de voluntad como para no dejarse llevar por todas las tentaciones.
Los kilos que se ganan se pierden de una manera sencilla, si se retoma la normalidad y el equilibrio en la alimentación
Hay que buscar el lado positivo. En realidad, los días claves son sólo 5 ó 6: Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes. Por tanto, durante esos días uno puede ser más condescendiente con la alimentación y puede probar, siempre con mesura, alimentos y bebidas que habitualmente no consume. Esto, en la mayoría de los casos, no va a suponer ningún perjuicio para la salud. Eso sí: el resto de los días habrán de respetar la pauta dietética aconsejada. Y no olvidar que la moderación es la mejor consejera de la salud.
La clave: compensar los excesos
Si no se puede evitar ceder ante un deseo irresistible, hay que ser razonable y no hacer más que una concesión por comida y compensar el exceso por otro lado:- ¿Entrante graso y calórico, tipo ensaladilla rusa o fritos variados? Se puede compensar el menú y tratar de equilibrarlo si se escoge después pescado a la plancha o al horno, acompañado de ensalada o verduras, y de postre, fruta fresca. A media tarde ya se probará un trozo de turrón o mazapán.
- ¿Carne o pescado en salsa? Comience con un plato ligero (sopa de cocido o de pescado, cremas, ensaladas especiales, menestra de verduras) y termine con fruta que facilite la digestión (piña o papaya) y una infusión digestiva.
- ¿Postres dulces, turrones, mazapanes, polvorones? Le sugerimos que elija un primer plato ligero (ensalada o verdura) y un pescado o carne a la plancha o al horno con guarnición vegetal.