Cerca de 1.500 especialistas se reunirán a partir del jueves en Barcelona en el I Congreso Mundial de la Nutrición y la Salud Pública para intentar atajar la obesidad infantil, uno de los temas estrella del evento. El problema es grave. Según el comisario europeo de Salud y Protección de los Consumidores, Markos Kyprianou, el exceso de peso en los menores está adquiriendo el carácter de «auténtica epidemia», con cerca de 400.000 nuevos casos en la Unión Europea (UE) cada año. En España, uno de cada seis niños es obeso y la tendencia sigue en aumento.
En 1984 la proporción de niños con exceso de peso en el mundo desarrollado era del 4,9%, mientras que en la actualidad supera el 16%. El problema afecta a unos 14 millones de niños de la UE. España, donde ya hay más pequeños obesos que adultos, se ha colocado a la cabeza de la Europa comunitaria, por detrás del Reino Unido. Después se encuentran países mediterráneos como Malta, Portugal e Italia. Según Philip James, responsable de un trabajo realizado por la Asociación Internacional para el Estudio de la Obesidad, en España «se están produciendo cambios gravísimos», porque se ha pasado de la tradicional dieta mediterránea a otra demasiado rica en azúcares y grasas.
Aunque la obesidad depende de múltiples factores, la mayoría de los profesionales de la medicina coincide en asegurar que hay dos elementos fundamentales. El primero es la dieta inadecuada y el segundo, la falta de ejercicio físico, el sedentarismo. Mientras que en los últimos años el consumo de calorías ha aumentado un 19% entre la población española, el sedentarismo entre los más jóvenes se ha disparado. El 40% de los niños y adolescentes no realiza ninguna actividad física.
Investigadores como la dietista-nutricionista Pilar Cervera consideran fundamental educar a los niños, en la escuela y en casa, en la necesidad de tener una alimentación sana y equilibrada. En su último trabajo, Cervera plantea que la población infantil ha de incorporar en su dieta alimentos como las verduras, las hortalizas y las frutas.
Esta especialista plantea la conveniencia de consumir «cinco veces al día» frutas, verduras y hortalizas, «tanto crudas como cocidas», sobre todo en el caso de los grupos más sensibles a carencias y desequilibrios, como pueden ser los niños y adolescentes, las mujeres embarazadas y lactantes, y las personas mayores.
Mini-congreso
La víspera del I Congreso Mundial de la Nutrición y la Salud Pública-VII Congreso de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), el próximo miércoles, se celebrará un mini-encuentro dirigido a la población escolar de quinto curso de primaria y que tendrá lugar en la sede del Instituto Nacional de Educación Física de Cataluña (INEFC).
Los objetivos de este mini-congreso son: favorecer hábitos alimentarios saludables próximos a la dieta mediterránea, teniendo en cuenta los condicionantes del entorno actual; promover la participación de niños y jóvenes en la gestión del proceso alimentario, y proponer medidas y estrategias para reducir el incremento de la obesidad infantil.
A la jornada asistirán unos 300 escolares de centros catalanes que durante el pasado curso y, desde el ámbito de las escuelas promotoras de la salud, trabajaron especialmente temas relacionados con la alimentación y la nutrición.
Estos alumnos elaboraron decálogos de propuestas en base a diferentes ámbitos de actuación, teniendo en cuenta tanto aspectos alimentarios (hábitos, publicidad, estructura de las comidas diarias, tipos de alimentos…), como de actividad física y de entornos adecuados (juego activo, actividad deportiva, acciones en la escuela, infraestructuras urbanas…).
El decálogo definitivo, votado entre los propios escolares en el mini-congreso, se hará llegar a instituciones tan representativas como el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) o la Organización Mundial de la Salud (OMS) para su difusión.